Colombia y derecho de playas
Colombia es admirable.
Colombia ha transformado una crisis en una oportunidad. Colombia es un gran país. Una nación imponente en sus ofertas al turismo. Una nación con todos los climas del mundo. Una nación que decidió avanzar hacia su desarrollo turístico. Y pasar por encima de los prejuicios y estigmas que le ha creado la violencia, la delincuencia y la guerra.
Colombia, con su estrategia El riesgo es que te quieras quedar ha comenzado a mostrar un potencial turístico que se impone al prejuicio. Ser colombiano comienza a ser un orgullo. Tras haber conocido la Colombia que no se conoce, estamos conscientes de que El riesgo es que uno se quiera quedar. Agradecemos las atenciones, que comenzaron desde el Aeropuerto de las Américas, con Maritza Meza, la gerente de la terminal, hasta las de Johanna y Martha Liliana, que nos mostraron la Colombia que usted debería conocer. El concepto que se tiene sobre Colombia ha cambiado cuando se tiene contacto con la realidad de ese gran país. En relación con la constitucionalización del acceso a las playas hay que tomar en cuenta diversos factores. 1- El Derecho a la propiedad privada ya se encontraba establecido previamente. 2- El derecho de acceso público a las playas necesita ser validado constitucionalmente sin desmedro del acceso de los huéspedes de los hoteles a las mismas. 3-El acceso público a todas las playas no implica el derecho a arrabalizar nada. Para evitarlo están los mecanismos que pone la ley. Nadie tiene derecho a degradarlas ambientalmente, lo cual perjudicaría el país en el plano del turismo. 4- Garantizar el acceso de la gente no hospedada en los hoteles no implica dañar las playas. 5- La calidad del ambiente de las playas tiene que ser garantizada por cuanto es un recurso del país y otorga valores a la oferta del país, pero ello no contradice el derecho alguno de la gente a las playas. 6-La inversión de las propiedades hoteleras debe ser preservada sin desmedro.