El papa Francisco culminó exitosamente su visita a México, siendo este el sexto país de Latinoamérica que visita el santo padre en su pontificado. En su primer viaje visitó a Brasil; el segundo a Ecuador, Bolivia y Paraguay, y luego realizó otros dos a Cuba, uno el año pasado y otro este pasado viernes en una breve escala que hizo antes de aterrizar en la capital mexicana. El Papa inició su visita en un acto en el Palacio Nacional, recibido por Peña Nieto.
Luego se reunió con los obispos mexicanos en la Catedral Metropolitana de Ciudad México y después oficializó una misa en la Basílica de Guadalupe, que es la patrona de ese hermano país. Visitó al otro día el municipio de Ecatepec y el lunes viajó al estado de Chiapas, el martes viajó a Morelia, donde celebró una misa dirigida a religiosos y asistió al habitual encuentro con los jóvenes.
Finalmente ayer miércoles visitó la ciudad de Juárez, donde se reunió con presos de una cárcel, y culminó su apretada agenda con una misa junto a la frontera con Estados Unidos. Previo a su arribo a México, en una escala en Cuba, fue recibido por el presidente de ese país, Raúl castro, y luego después de mil años, un Papa y un Patriarca de la iglesia ortodoxa de Rusia, el Patriarca Kirill, se abrazaron. Visitó la Virgen de Nuestra Señora de Guadalupe, la cual se le apareció al indio Juan Diego con la mirada de Dios misericordioso. El Papa visitó a México para confirmar a los mexicanos en la fe católica.
El en Jubileo de la Misericordia invitó a todos los mexicanos a la conversión, reconocer el propio pecado de la indiferencia, de descuido de la fe recibida, de violencia, de falta de solidaridad con los que sufren la exclusión y los caminos padecidos de la migración. El Papa Francisco pidió la gracia de la conversión, que es don de perdón y reconciliación, que es corriente viva para una cultura fraternal del encuentro, para la reconstrucción de la amistad social en el país. Pidió otorgar el perdón a quienes nos han hecho daño. El papa dirigió palabras de reconocimiento a los pueblos indígenas de América y les pidió perdón por la exclusión a sus costumbres.
El Papa Francisco advirtió que con el demonio no se dialoga, y. Pidió a sus obispos que trabajen con otros sectores de la población para enfrentar los retos sociales y mantener una mirada transparente ante la adversidad. En fin una lluvia de bendiciones para el pueblo de Cuba y México en esta visita, ya que con cada mensaje, como nos tiene acostumbrado nuestro Papa Francisco, renace el amor, la Fe y la esperanza. Nos identificamos y admiramos a nuestro Papa Francisco. Damos testimonio del poder de las bendiciones de sucesor de Pedro, ya que tuvimos el privilegio de ser bendecidos por el Papa Juan Pablo II, cuando asistimos a la ordenación cardenalicia de nuestro cardenal, Nicolás de Jesus López Rodríguez, en Roma y en la última visita a nuestro país que realizó, Juan Pablo II, con motivo del V Centenario.