Opinión

Vivencias cotidianas de allí y aquí

Vivencias cotidianas de allí y aquí

¿Quién no ha oído hablar, en alguna ocasión, de esa “ley”?  ¿Y cuantas veces nos habremos preguntado quién es el tal Murphy que, dentro de su “pesimismo realista”, a veces nombramos, emulando alguna de sus más famosas frases?

Presa por mi natural curiosidad, me puse a indagar sobre ello. Casi todo lo que encontré apunta a que fue concebida por un tal Edward A. Murphy Jr. Este ingeniero de desarrollo, trabajó, durante un breve lapso, en experimentos realizados, con cohetes sobre rieles, de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Existen, empero, diferentes teorías sobre el origen de su “ley”. Entre el 1947 y el 1949 se desarrolló un plan, llamado MX981, en Muroc, lugar rebautizado, a posteriori, como Base Aérea Edwards, que se destinó a comprobar la resistencia humana a las fuerzas G, cuando se produce una rápida disminución de velocidad. Las pruebas se realizaban, inicialmente, con un muñeco amarrado a una silla atada a un cohete. Más tarde, el capitán John Paul Stapp, reemplazó al muñeco. Aquel hecho logró que se cuestionara la precisión de los instrumentos utilizados para medir las susodichas fuerzas.

Entonces, Edward Murphy propuso usar medidores electrónicos de esfuerzo, sujetos al arnés de Stapp. Su asistente lo cableó y se hizo una primera prueba, con un chimpancé. Pero los sensores dieron una lectura de cero, advirtiendo que se había producido un error en la instalación de los mismos, pues se habían cableado al revés. Fue entonces cuando Murphy, sintiéndose frustrado, formuló uno se sus famosos enunciados, culpando a su ayudante, según afirmó George Nichols, otro ingeniero que estaba presente: “Si esa persona puede cometer un error, lo hará.” La versión de Nichols es que la “ley” nació durante una conversación entre otros miembros del equipo, resumida a “Si puede ocurrir, ocurrirᔠy denominada “Ley de Murphy”, de forma socarrona, debido a la arrogancia percibida en él, por sus compañeros.

Pero existen otras versiones. Entre ellas está la de Robert, hijo de Edward, que niega la de Nichols, y sostiene que la frase se originó de acuerdo con la frase de su padre: “Si hay más de una forma de hacer un trabajo, y una de ellas puede culminar en desastre, alguien lo conseguirá.”

Fuese como fuese, la locución salió a la luz pública, por primera vez, durante una conferencia de prensa en la que a Stapp se le preguntó el motivo por el que nadie resultó herido de importancia, durante las pruebas. El interrogado respondió que estaba convencido de que había sido gracias a haberse tomado en cuenta la afirmación de Murphy, citando su sentencia. Indicó que también él creía ser importante el considerar todos los riesgos posibles, antes de realizar cualquier experimento.

Existe otra casi desconocida versión, condensada en la llamada “Ley de Finagle de los Negativos Dinámicos”, popularizada por el escritor de ciencia ficción Larry Niven. Ésta se basa en algunas historias sobre mineros de asteroides, cuya religión y cultura incluían el temor y la adoración del dios Finagle y su «profeta demente».

Un ejemplo, muy popular, de esta tendencia a enfatizar lo negativo, es que, cada vez que una rebanada de pan untada de mantequilla cae al suelo, la gente lo achaca a “La ley de Murphy”. Existe una extensa variedad de frases, consecuencia de la misma.

El Nacional

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