MADRID. AFP. El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó temer que grupos de mercenarios asalten la embajada de Brasil en Tegucigalpa para asesinarlo, en una entrevista difundida el jueves por la mañana por Radio Nacional de España (RNE).
En declaraciones telefónicas a la radio pública española desde la embajada de Brasil en la capital hondureña, Zelaya alertó sobre «el peligro de que grupos de mercenarios puedan introducirse aquí para hacer un asesinato».
Zelaya, según el cual diez personas murieron en la represión de las manifestaciones desde su regreso el lunes a Honduras, lamentó la imposibilidad de llamar a la calma.
«El diálogo con terroristas no se da en esos términos, ellos están pidiendo una recompensa al tener al país secuestrado, entonces, a quién le voy a pedir calma, al pueblo que está siendo reprimido o a los golpistas que están ambiciosamente tomando el poder del país», se preguntó.
«Yo soy el presidente que eligió el pueblo y en un país no puede haber dos presidentes, sólo uno, yo tengo el respaldo del pueblo y de la comunidad internacional, así que estoy en el ejercicio de mis funciones, encarcelado por una dictadura militar que me impide ejercer el mandato que el pueblo me dio», afirmó.
«No tenemos más que una decisión de luchar de pie antes de vivir de rodillas ante una dictadura militar», aseguró.
En otra entrevista al diario español El Mundo, Zelaya declaró que «gracias a la comunidad internacional se ha disipado un plan para matarme y decir que me había suicidado».
«Hoy todavía corremos el riesgo de que la embajada sea asaltada y de que anuncien que me había suicidado para simular que nosotros habíamos decidido morir antes de que entraran aquí», aseguró. En cuanto a la posibilidad de un diálogo con el gobernante de facto Roberto Micheletti, Zelaya afirmó: «la propuesta de diálogo con la que llegué ha sido contestada con bombas y soldados».
«Los policías están reprimiendo (a los manifestantes) y no dejan que la gente llegue a la embajada. El país no volverá a la calma mientras el presidente esté encerrado», concluye.
Pérdidas
SAN JOSE. AFP. La crisis política en Honduras, que se agudizó tras el retorno de Zelaya, ha causado millonarias pérdidas a los países centroamericanos por la interrupción del comercio y demoras en el transporte internacional de mercancías.
El gobierno de facto de Roberto Micheletti, en reacción al retorno de Zelaya el lunes, decretó un toque de queda que impidió durante más de dos días la libre circulación de personas, lo que en la práctica significó el cierre de fronteras con tres países: Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
Pero el problema afectó a toda América Central, pues por rutas hondureñas circulan camiones que llevan mercancías desde Costa Rica hacia México y Estados Unidos.
Abren aeropuertos
Las autoridades del gobierno de facto de Honduras autorizaron la mañana de este jueves la apertura de los aeropuertos, que se mantenían cerrados desde el lunes anterior, cuando inesperadamente ingresó al país Manuel Zelaya.