Opinión

A rajatabla

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Los otros dos años

Concluidos los festejos por el buen desempeño en la primera mitad del gobierno del presidente Danilo Medina, conviene ahora centrarse en realizar una gestión mucho mejor en los dos últimos años de gestión, que por muchas razones, serán más difíciles y los restos mayores que los anteriores.

A partir de ahora, se sueltan las amarras del proselitismo electoral, un pernicioso elemento de distracción en la economía y del quehacer del gobierno, pues desde funcionarios de alto nivel hasta simples empleados tendrán sus mentes más centradas en candidaturas que en compromisos oficiales.

Aunque se ha dicho que el Presupuesto General del Estado será un cinco por ciento superior al actual, los temores apuntan a una combinación de incremento del gasto y disminución de los ingresos, por crecientes necesidades de la población y ausencia de un necesario Pacto de Fiscalidad.

Aun así, las perspectivas son que los dos años siguientes sean de crecimiento del PIB superior al 5%, que se cumplan las metas de cero analfabetismos, 400 mil nuevos empleos, adecuados control fiscal, fase final la construcción de las plantas de Punta Catalina, concluir la segunda línea del metro y mejorar sustancialmente el transporte público.

El relanzamiento de la educación deberá tener mayor alcance y mejores matices, al igual que la revolución social que se aplicada a través de la mejor redistribución del ingreso, democratización del crédito y financiamiento directo a pequeños y medianos productores agropecuarios, agroindustriales y artesanos.

Además del enorme reto que significa afrontar por vía directa al oligopolio que domina la generación de electricidad, el gobierno tiene como tarea esencial concluir el diseño y ejecución de un programa nacional de seguridad ciudadana, que ayude a desalojar a los delincuentes de las calles.

En dos año, la administración del presidente Medina debe relanza al servicio exterior y con ello una nueva política de promoción de exportaciones basada en la configuración de una oferta exportable atractiva y sostenible, que ayude a consolidar una cultura exportadora. También deberá promover un nuevo Código Minero que fije las condiciones de adjudicación y explotación de los recursos no renovables, para evitar los dirigidos oleajes mediáticos que impiden el crecimiento de la minería.

Ante una agenda tan extensa y compleja, conviene que los funcionarios del gobierno asuman el consejo de Juan Bosch, cuando dijo que frente a tareas difíciles, conviene levantarse lo más temprano que se pueda, trabajar y trabajar hasta que no queden fuerzas para seguir de pie.

 

El Nacional

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