Los carniceros
Todas las veces que dirigentes del Partido Reformista Social Cristiano solicitaron al presidente Leonel Fernández que los juramentará como miembros del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el mandatario ha recomendado a los solicitantes permanecer o retornar en las filas del PRSC, por considerar que esa organización todavía tiene mucho que aportar al fortalecimiento de la democracia.
El doctor Fernández ha aceptado siempre con la mayor complacencia el respaldo ofrecido a su candidatura por la dirigencia reformista o líderes y dirigentes de esa entidad, incluido al doctor Joaquín Balaguer, quien fue el primer reformista en levantarle el brazo.
Vale recordar que el ingeniero Amilcar Romero, reformista de larga data, pidió y obtuvo permiso del doctor Balaguer para aceptar la candidatura a vicepresidente de la República en las elecciones del 2000 y a pesar de que ha sido secretario de Agricultura del gobierno peledeista y hoy ostenta la senaduría morada por la provincia Duarte, nunca se ha inscrito en el PLD.
Reformistas del nivel de los fenecidos Jacinto Peynado, Donald J. Reid Cabral y del actual canciller Carlos Morales Troncoso abrazaron la candidatura del doctor Fernández sin tener que jurar por la bandera morada ni abdicar a sus principios socialcristianos.
Es verdad que la mayoría de los dirigentes reformistas que promovieron la candidatura presidencial del doctor Fernández fueron expulsados o renunciaron del PRSC, pero hasta ahora ninguno de ello ha pasado a militar en el PLD, al menos no por ese motivo.
Por el contrario, el Presidente ha sido el principal propulsor de la reunificación del PRSC, sin promover ningún tipo de intromisión a favor de tal o cual tendencia, porque ha entendido que a la democracia le va mejor con tres partidos mayoritarios que con un bipartidismo.
La dirección del PRSC no parece darse cuenta de que con la reunificación entre quienes se fueron y los que se quedaron, ese partido formaliza su ingreso o permanencia en un gobierno de coalición, pues ostenta un ministro en el Gabinete y muchos funcionarios a otros niveles dentro del Gobierno.
Puede decirse que como tal, el Partido Reformista comparte el Gobierno peledeista con y la Alianza por la Democracia, (APD), pues ambos tienen un secretario de Estado) canciller Morales Troncoso y secretario de Trabajo, Max Puig), por lo tanto, esas organizaciones son compromisorias de la política que aplica la administración del presidente Fernández.
Al presidente y al PLD se le ha acusado de pretender destruir al PRSC, a pesar de que ningún reformista ha pasado a ingresar las filas del peledeismo y, por el contrario, el mandatario ha desalentado siempre los deseos en esa dirección de muchos militantes y dirigentes del partido colorao.
Justo cuando el partido balaguerista procura su reunificación y vuelta al crecimiento electoral, el proclamado nuevo jefe del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) distribuye caramelos entre dirigentes que no encontraron huecos en el panal del Gobierno.
El puñado de dirigentes reformistas que esta semana fueron juramentados en el PRD por el ingeniero Miguel Vargas Maldonado, obtuvieron promesas de candidaturas a senador por San Pedro de Macoris, Comendador y el Distrito Nacional, a síndicos por los municipios de Moca e Higuey, lo que indica que esta vez fueron adquiridos en venta al detalle y a precio futuro.
Son muchos dirigentes reformistas que llegaron al Gobierno sin tener que pasar por el PLD, pero hoy se invierten los papeles y el nuevo jefe del PLD adelanta sin el menor sonrojo, que diligencia el ingreso al PLD de reformistas de la sombra o de la luz, sin importar que ese partido esté hoy en un delicado proceso de reunificación.
Los hechos son tozudos y la realidad más elocuente que la palabra, por lo que puede decirse que los carniceros que pretenden acarrear al PRSC hacia el matadero visten hoy de blanco, aunque no puede acusarse de ese despropósito a la dirección del PRD, sino a su nuevo jefe.