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Adrís de León: ¡Un pequeño guerrero!

Adrís  de León: ¡Un pequeño guerrero!

SANTIAGO.- Cuando entra a cancha se transforma, de pequeño a grande, de dócil, amigable, a guerrero feroz. Sus fans lo adoran, sus rivales lo odian. Por eso camina siempre al borde.

Adrís de León, el polifacético armador de los Metros de Santiago, un héroe de los nuevos campeones de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB), admite que, “Cuando hago salir todo lo que soy, con la pasión que siento en el juego, algunos me ven mal”.

Filosóficamente concluye que, “cuando me tratan, me quieren, comprenden que sólo estaba jugando”.
En realidad, ver competir a Adrís, es como andar en un laberinto mental. Nunca sabes dónde estará su salida, ni donde tiene puesta la trampa. Eso lo saben bien sus rivales.

De León fue una de las piezas vitales para que los Metros de Santiago alcanzaran su quinto título de campeón en la LNB.

También, este año guió al Club Domingo Paulino (CDP) en el Torneo de Basket Superior de Santiago, resultando el Más Valioso.

Además triunfó con el equipo de los Sharke, de Sosúa en el certamen de Puerto Plata.

Por eso se ha convertido en un referente y no es raro verle posar con numerosos fanáticos que burlan la seguridad de la cancha para hacerse una selfie con él.

Se define ganador

“Soy un ganador, de eso no hay dudas, me encanta ganar, trabajo duro cada día para lograrlo y estoy teniendo buenos resultados”, explica De León, quien ha sido convocado de nuevo a la preselección nacional.

Las preguntas brotan con rapidez al entrevistarle sobre su impacto en la cancha y cada respuesta te va dando una sorpresa, y te introduce en su laberinto.

¿Cuándo y dónde naciste?

“Nací el 10 de julio de 1984, en Los Coquitos, La Puya de Arroyo Hondo, en Santo Domingo. Soy capitaleño, pero desde los nueve años mi papá me llevó a New York”.

Es el séptimo de 14 hijos de la pareja formada por Adriano de León y doña Lucila Jiménez Carvajal de León.

“Somos 14 hermanos, soy el del medio, pero todos me tratan como el más chiquito, me cuidan, me protegen, me siguen, es algo hermoso”. explica Adrís.

¿Cómo te inicias en el baloncesto?

“Comencé a jugar en Los Coquitos a los siete años, Jonathan mi hermano mayor, me llevó a la cancha, ahí conocí a Edgar, Jocoby y Malone, que son mis amigos de infancia.”

“Pero yo era malo, recuerdo que me pusieron una zona, y no sabía jugarla, y luego me dieron una bola para que me fuera a picarla en una esquina de la cancha, pero no rebotaba, estaba pichada… jajaja”.
De León admite que fue en New York donde creció en calidad jugando al basket.

Le gusta Santiago

“Yo nací en la capital, pero cuando vengo al país me dirijo para Santiago, aquí me cuidan mucho, tanto el club CDP como los Metros. Además, mis familiares siempre me dan vueltas”.

Adrís entró al basket en Santiago con un equipo juvenil de los Estados Unidos, cuando era apenas un adolescente.

“Tolo, nuestro entrenador, nos trajo a jugar contra Pueblo Nuevo, y dormimos en el club, una novedad hacerlo, lo recuerdo muy bien… Ganamos, rompí mi récord personal de puntos, metí 58 a los 16 años”.

“Luego llegué en el 2009 con el club CDP por una semana, volví y entonces fuimos campeones en el 2010. Logramos después un segundo título y este 2017 hemos vuelto a ser los campeones de Santiago”.

¿Qué haces para rendir tanto, siendo un jugador pequeño?

“Yo me enfoco en practicar mucho, entreno, me preparo mental y físicamente para hacer mi juego” afirma De León.

Agrega que, “Cuido mi físico de las lesiones, y administro fuerza y mente, pero la parte extra la doy cuando me sube la adrenalina, entonces trato de que nadie me detenga”.

¿Con quién te siente mejor jugando?

Me siento muy cómodo con Ricky Soliver, el baja la pelota, la mete, cuando tiene que controlar me dice que lo haga de dos. Joel (Ramírez) también me pone cómodo con su veteranía, me encanta jugar con ellos dos”.

¿Jugador más difícil de jugar junto a él?

Sonríe y dice “bueno cuando me toca estar junto a Robert Glenn, quien juega como nacionalizado, y el capitán de Metros, Víctor Liz, las cosas se me ponen difíciles, porque ambos son muy buenos ofensivamente y yo también puedo anotar, pero como tú puedes ver le buscamos la vuelta”.

¿Rival más incómodo cuando haces ofensiva?

“Danielito (Núñez, de los Hurcanes) me molesta más que todo, pero Manuel Fortuna (de Leones), más veterano y habilidoso, es quien me da dolores de cabeza. Contra él fallo más”.

¿Qué te gusta además del basket?

“Me gusta la música suave, eso me pone relax. La bachata de Romeo Santos, las salsas dominicanas me encantan, escucho música para concentrarme previo a los juegos, dentro de un ritual que hago siempre”.

¿Sólo música?

“No, también me como un guineo, un pedazo de pollo o un sandwich con jugo, buscando más energía”.

¿Qué comes cuando sales a almorzar?

Adrís de León revela que su comida preferida cuando va a los restaurantes es la lasaña, y además, es loco con un “morir soñando”.

¿Casado o soltero?

“En este momento estoy casado con el baloncesto, lo mío es eso todo el camino, la forma con que hago este trabajo compite con la pareja, siempre los compromisos del baloncesto me dañan la relación”.
De León cita que “incluso me gusta vestir como baloncestista, si fuera por mí, siempre andaría con mis pantalones y tenis, pero me adapto a la sociedad”.

Admite que “he tenido par de relaciones duraderas, pero el baloncesto me ha ocupado todo el tiempo. Mi mamá me dice que tengo que bajar la intensidad por el juego, yo pienso que viajo mucho, y eso daña las parejas”.

De León sostuvo aún no tiene hijos, pero está claro que debe tenerlos en el futuro. “Sabemos que la carrera del deporte es corta, luego vendrá la familia de eso estoy seguro”.
Graduado de dos profesiones, que no ejerce

Adrís de León es un producto de la Universidad Eastern Washington, y para entrar lo hizo con una de esas jugadas que nos tiene acostumbrados.

“No entré por el sistema regular, desde el colegio de secundaria, yo entré directamente por el baloncesto de la calle”, relata.

Él había desarrollado unas excelentes actuaciones en los torneos de calle en New York, sobre todo en los de Thayer y Dymand Street, de Washington Height, en Manhattan.

Recordó que un día un busca talentos universitario fue a ver un prospecto y se fijó también en él.
“Y me dijo que el basketball debía ir unido a los estudios y eso me hizo entrar a la universidad”, cita.
Como Adrís no había ido al sistema escolar se presentó a un examen GED y logró su diploma de la escuela secundaria, obteniendo la beca universitaria.

“Amaba el baloncesto y tenía que estudiar, me esforcé y lo logre”, exclamó.

“Me gradué como financista y ahora acabo de terminar Recreación y Turismo. Nunca he trabajado esas profesiones, vivo del baloncesto, es un trabajo que yo lo disfruto”, admite.

¿Cómo te va económicamente?

“No me puedo quejar, por ahí dicen cosas, yo trabajo fuerte para lograr merecer lo que me pagan por jugar, esta es una profesión y yo la cuido”, expuso De León.

UN APUNTE

Hazaña

El electrizante jugador Adris de León estableció en el 2016 un récord de más puntos encestados en un juego de la serie regular de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB), al terminar con un total de 54.

El Nacional

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