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Afán riquezas en EU motivó invasión RD

Afán riquezas en EU motivó invasión  RD

El próximo 16 mayo se conmemora el centenario de la ocupación militar norteamericana a República Dominicana, hecho que dio un giro a la historia nacional para acelerar su adecuación como país periférico a las necesidades de los países centrales dentro del sistema-mundo capitalista.
Esa ocupación hay que contextualizarla para entenderla en toda su dimensión histórica.

Estados Unidos registró en el período de los años de 1776 y 1840 un formidable crecimiento económico producto del alto grado de composición orgánica del capital que se desarrollaba en su seno, derivado de la primera y segunda etapas de la Revolución Industrial.

Así como de la creación de medios de producción, del gigantesco proceso migratorio de europeos hacia su territorio, de su revolución agrícola, de la ampliación de su mercado interno y del proceso de gestación de su Estado basado en los criterios de legitimidad jurídica y política, que le fue propio al capitalismo en ascenso.

La obtención de las Montañas Rocosas, la compra del inmenso territorio de Luisiana a Francia, el despojo de más del 60% de los territorios a México, la adquisición de la Florida y de Oregón, caracterizaron ese lapso histórico (1780-1848), así se completó la parte de la territorialidad y centralización política, se consolidó la capitalía y se pasó a la expansión político-militar allende los mares..

Expansión hacia fuera

La expansión fuera de su territorio dio lugar a la Doctrina de Dominio sobre los mares, que les llevó a la conquista del Océano Pacífico y El Caribe, que unida a la Doctrina Monroe y a la Doctrina del Destino Manifiesto servirán de plataforma a su accionar imperial en el hemisferio y todo el orbe.

Tras completar la expansión territorial (político-militar) en el subcontinente, controló territorios, ganadería, bosques, carbón mineral, metales estratégicos y otros recursos; todo lo conquistado fue sometido a la lógica de la acumulación de capitales vía la explotación manufacturera y comercial, ampliándose los grupos productivos, mercantiles y prestamistas a lo ancho del país.

El desarrollo desigual de las regiones internas condujo a un auge de la Revolución Industrial en los Estados Norteños y a que los sureños produjeran para la industria inglesa, y a que el intercambio comercial del Sur fuera mayor con Gran Bretaña que con los Estados norteños, tal situación limitaba las tasas medias de ganancias en el Norte, frenando su crecimiento. Ese sería la causa eficiente de la guerra civil entre 1861-1865.

La aplicación de los inventos y descubrimientos técnicos a la vida cotidiana en el Norte ahondaban las diferencias con el Sur esclavista estructuralmente ligado a Inglaterra como periferia; se trataba de una contradicción que la lógica de la reproducción ampliada del capital norteño se dispuso a resolver mediante la guerra.

La victoria de los norteños fue básica para la expansión del capitalismo hacia el sur, la unificación del país y para que Estados Unidos emergiera como potencia, desplazando a Inglaterra como centro hegemónico del sistema capitalista.

Guerra civil

Los resultados de la guerra civil permitieron unificar el Estado, centralizar la administración, el ejército, emprender un programa de obras públicas,(ampliación de la materialidad estatal), ampliar las redes ferroviarias , ampliar la circulación de la fuerza laboral y redimensionar el mercado interno.

La Guerra Civil fue la expresión militar de la contradicción arriba descrita y se resolvió con la eliminación de la condición de dependencia estructural de los Estados aristocráticos del Sur de Inglaterra, con la liberación de millones de esclavos, que se convirtieron en ofertantes de manos de obra libre para el capital norteño que los acogió y usó para presionar la fuerza laboral y abaratar el precio de esta en el mercado laboral y así ampliar la tasa media de ganancia de los capitalistas.

En ese contexto se amplió la producción y la comercialización de bienes y servicios que mejoró la condición material de millones de personas y se fue consolidando la concentración de capitales hasta alcanzar la configuración del fenómeno imperialista a partir de 1870.

Al interior RD

A lo interno de nuestro país, con el advenimiento del Partido Nacional (Azul) al Poder en 1879 se inició el proceso de abrir las puertas a los capitales extranjeros porque éstos traerían el Progreso, mismo de era requerido y clamado por los intelectuales y los grupos dirigentes de la época.

Las inversiones norteamericanas, puertorriqueñas e italianas configuraron el panorama para reclamar el cese del desorden político-militar reinante tras el fin de la Guerra Restauradora (1863-1865) protagoniza por la proliferación de caudillos en toda la geografía nacional.

Los inversionistas requerían la superación del desorden y la creación de condiciones mínimas para salvaguarda de sus inversiones, por lo que se desplegó amplio dispositivo educativo, publicitario y de creación de leyes para superar la falta de condiciones mínimas para la reproducción del capital y como el desorden persistía, por igual crecía la necesitad orgánica de los capitales para que se superara el déficit y fata de orden y se instaurara un régimen que sí garantizara ese orden imprescindible para la inversión, el trabajo, la creación de bienes y servicios y la realización de la plusvalía en el mercado.

La llegada de los capitales extranjeros, y sobre todo norteamericanos, se constituyó en desencadénate de una serie de acontecimientos económicos y políticos que se articularan entre sí y con los cambios que tenían lugar en todo el continente por la avalancha norteamericana en la Región, para superar el caos de los caudillos y crear el clamado orden civilizatorio y de progreso.

Para la década de 1880-90 en EEUU estaban creadas las condiciones militares, dadas por la industria bélica, la sobreproducción de bienes, las posibilidades de exportación de capitales y la voluntad política necesaria para expandirse, por lo que la dirección del Estado norteamericano puso en vigencia la Doctrina Monroe de “América para los americanos” y que “era la voluntad de Dios que los países del sur del Río Grande pasaran a formar parte de Estados Unidos”.(Doctrina del Destino manifiesto).  Se crearon así las condiciones para, en su momento, ocupar varios países, entre ellos la República Dominicana.

El Nacional

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