El mundo según Davos
En su entrega pasada la columna se adentró en el análisis académico del informe sobre Riesgos Globales 2015 que presentó el Foro Económico Mundial en su más reciente reunión en Davos, Suiza. Ahora, con las fuentes informativas a mano, examinemos de manera sucinta y a criterio del autor las principales declaraciones y predicciones que 2,500 líderes políticos y empresariales hicieron en cuatro recientes e intensas jornadas de trabajo.
La primera constatación es que las organizaciones internacionales se mueven con dificultad entre dos realidades, el pasado y el presente: las fuerzas motrices del mundo actual, la globalización y la digitalización, constituyen un reto mayor para el funcionamiento de las mismas porque fueron creadas para moverse con lentitud, con una estructura jerárquica rígida, centradas en Occidente, para una realidad y mentalidad análogas.
En cuanto a las empresas, las que recientemente han tenido éxito global cambiaron su organización vía la inversión en talento, atrayendo sangre nueva con una cultura de gestión corporativa que las orienta hacia el exterior, las enfoca en la atención al cliente y al trabajo en equipo. Un ejemplo presentado en Davos fue el de una compañía de servicios financieros que su director ejecutivo admitió que tuvieron tantos problemas para cambiar la mentalidad de sus gerentes que terminaron cambiando los gerentes: de 2005 a la fecha, ¡195 de 200 son nuevos!
Un tema de preocupación fue que la pérdida de confianza de las personas en las organizaciones: ya sean corporaciones privadas, no gubernamentales o gobiernos: menos del 50% dice confiar en ellas según el Barómetro de Confianza 2015 de Edelman. Causó cierta sorpresa que hasta las empresas de tecnología se inscriben en esta tendencia que cuestiona el actual patrón de interacción global en un mundo conectado donde la ‘interoperabilidad’ es el factor clave y la confianza es crítica.
¿Cómo se verá el mundo en el 2025? Según la experiencia de Davos y la síntesis del gurú Rishad Tobaccowala: 1. El mundo devendrá más multipolar antes que centrado en Occidente. Hoy el 88% de la población mundial está en África, Asia y América Latina y, con la excepción de Estados Unidos, también las 10 economías de mayor crecimiento; 2. El mundo envejecerá fuera de Africa y la India. El año pasado 650 millones de personas tenían más de 65 años, en 10 años serán 2 mil millones; 3. Organizaciones, instituciones y leyes necesitarán ser rediseñadas para un mundo donde los individuos se pasean con supercomputadoras en sus bolsillos: el iPhone 6 tiene 650 veces más poder de procesamiento que una Pentium de 1995; 4. La mujer será el motor económico del futuro, por lo que su trato igualitario es un imperativo también económico; 5. Se incrementa la obsolescencia y la no productividad del lugar de trabajo como lo conocemos hoy; 6. El mundo nos hace más conectados con los que no están cerca y más desconectados de los que están sentados en la mesa; y 7. La nano y la biotecnología harán la ciencia ficción realidad en la próxima década.
En fin, que para la recuperación de la economía mundial los gobiernos deben realizar profundas e impostergables reformas estructurales para reducir la desigualdad social. O el mundo según Davos no será mejor.
