Opinión

Agotamiento  de la salud

Agotamiento  de la salud

En el año 2004 mediante la resolución  WHA57.17 de la Organización Mundial de  la Salud (OMS) se determinó la implantación de la Estrategia Mundial sobre Alimentación, Actividad Física y Salud, con fines de que los 193 países miembros de la ONU iniciaran un proceso de cambios en la población, que reduzca la prevalencia de las “enfermedades crónicas no transmisibles” (diabetes, hipertensión arterial, obesidad, cáncer, enfermedades pulmonares, aumento del colesterol y triglicéridos, trastornos del sueño…) causantes de más del 60% de mortalidad mundial, según lo reconoció la última Asamblea de la Naciones Unidas en New York en septiembre de 2011.

La meta general es promover y proteger la salud, orientando la creación de un entorno favorable para la adopción de medidas sostenibles a nivel individual, comunitario, nacional y mundial, que den lugar a una reducción de la morbilidad y la mortalidad asociadas a una alimentación poco sana y a la falta de actividad física.

Ahora es cuando se escuchan desde el Ministerio de Salud de nuestro país, recomendaciones generales solicitando a la población la “prevención de enfermedades”, información que forma parte de esta “Estrategia Mundial de Alimentación Saludable y Actividad Física”.

El mensaje que contiene este extraordinario documento  WHA57.17 aprobado en la 57 Asamblea de la OMS en el 2004, sienta las bases teóricas de cómo deben manejarse los Ministros de Salud para impulsar la formulación y promoción de políticas, estrategias y planes de acción nacionales para mejorar el régimen alimentario y alentar la actividad física.

Como debe coordinarse desde el Ministerio de Salud con otros ministerios e instituciones gubernamentales encargadas de políticas de alimentación, agricultura, juventud, recreación, deportes, educación, comercio e industria, hacienda, transporte, medios de comunicación, asuntos sociales y planificación ambiental, ayuntamientos entre otros, son parte de las recomendaciones formuladas justamente hace “ocho años”.

Las funciones de los gobiernos es “decisiva” para lograr los cambios duraderos en la salud pública y deben facilitar información equilibrada a los ciudadanos que les permita tomar conciencia de la importancia en la prevención y educación sanitaria dice el documento en su artículo 40.

Invitar a  la empresa privada para lograr un correcto etiquetado nutricional de sus productos y que la comercialización, publicidad y promoción no exploten la falta de experiencia y credulidad de los niños, es otro de los mandatos en los que insiste esta estrategia mundial que se aplica en múltiples países desde el 2004.

Qué hemos hecho en este sentido en nuestro país, es la pregunta obligada.

El reto lo constituye la “dinamización y reorientación” de los programas preventivos de salud en todos los niveles que –sin lugar a dudas- lucen “agotados” por la tardanza en aplicar medidas correctivas que permitan mejorar el período de vida útil al que tenemos derecho, estamos en buen momento para el cambio.

El Nacional

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