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Agua derroche que mata

Agua derroche que mata

POR: JOSE ANTONIO TORRES
josetorres60@hotmail.com
No hay mejor manera de definir el agua con el cliché de que el “agua es vida”, sin embargo, la competencia entre las grandes potencias por el control de los recursos hídricos ha despertado el temor de que el agua dulce contenga la semilla de conclictos violentos o inclusos guerras mundiales.

Te este temor se hizo eco en su momento, el exsecretario general de las Naciones Unidas (ONU) Kofi Annan, dado que para el año 2050 la demanda de agua potable podría superar en 44% la demanda mundial. Según los técnicos de la ONU, existe agua suficiente para abastecer las necesidades de 7 mil millones de habitantes del plantea, pero advierten sobre la necesidad de mejorar su distribución.

En República Dominicana cada habitante consume en promedio 2.378 metros cúbicos, cifra que representa un gran desperdicio.
El agua, se indica, no facturada está entre 40% y 65%, de una producción de 41,720 litros por segundo que representa 907 litros por persona ante pérdidas, lo que se estima muy alto, respecto al promedio global.  Igualmente, el consumo en la industria hotelera pasa de 280%, impresionantemente absurdo en comparación con los países del Caribe.

Medir el consumo

A propósito del Día Mundial del Agua, se ha vuelto común que los temas de debate y conversación en día giren en torno a la responsabilidad en el manejo de los recursos naturales y en especial en el uso del agua. Muchos piensan que los fenómenos climáticos son pasajeros, y la verdad es que no es así, pues la temporada de sequía que está afectando el país es una muestra de los efectos del calentamiento global.

Está comprobado que hay un acelerado y desbordado consumo del agua y por eso los expertos urgen un cambio de actitud, no sólo de las autoridades sino de las instituciones y la población.

Estiman que la tarea a emprender está orientada a la concienciación de la población para revertir este factor que limita el desarrollo del país, señalando que si bien es cierto que en cumplimiento de los Objetivos del Milenio hay que reducir el número de personas que no cuentan con el servicio, también hay queponer en práctica el concepto de uso racional.

Por esto, consideran que en este aspecto el medidor del consumo de agua tiene una función preponderante, como ha sugerido el presidente del Colegio de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), Aridio Santos.
Santos ha propuesto la instalación urgente de medidores de agua potable en todos los hogares, establecimientos comerciales e industriales para controlar el consumo y evitar desperdicios.

Para lograr un cambio cultural en los consumidores, la instalación de medidores de agua es fundamental, pues gracias a ellos se adquiere conciencia sobre el pago del servicio, generando acciones que redunden en acabar con las fugas y desperdicios de agua.
Es mejor que nos miren como un país que protege este recurso vital, como un país sintonizado con la dinámica mundial.
La producción de agua potable se ha reducido en 60 millones de galones diarios y los niveles de los ríos Haina, Isabela, Duey e Isa están supremamente bajos, según cálculos de la Corporación del Acueducto y Alcatarillado de Santo Domingo (CAASD).

Situación real

Según autoridades del sector agua potable, el país muestra diferencias sustanciales en cuanto a cobertura, citando que de acuerdo al censo 2002, en nueve provincias localizadas en la parte central, nororiental y oriental, menos del 70% de la población contaba con acceso a una fuente mejorada de abastecimiento.

El nivel de acceso a los servicios para las familias pobres es más bajo. Sólo el 56% de los hogares pobres cuentan con conexiones domiciliarias, en contraposición con el 80% de los hogares no pobres.
Asimismo, sólo el 20% de los hogares pobres cuenta con acceso a los servicios de alcantarillado, en comparación con el 50% de los no pobres.
La calidad
A pesar de los esfuerzos de descentralización del Gobierno, la calidad y la continuidad de los servicios son inadecuadas en la República Dominicana.
La escasez del agua va en aumento, principalmente a causa del excesivo consumo en las zonas urbanas, la falta de una gestión de la demanda (tarifas bajas, bajo porcentaje de micromedición, limitada sensibilidad en cuanto al medio ambiente), y la degradación de conexión a los sistemas de agua, recibe un abastecimiento continuo de agua.

El agotamiento del agua subterránea y la eliminación no regulada de las residuales y los desechos sólidos están creando problemas que pudieran llegar a ser irreversibles.

En República Dominicana, las funciones de normativas y de formulación de políticas en el sector agua potable y saneamiento están altamente fragmentadas.

No existe un ente regulador de los aspectos económicos para el sector. La ausencia de una estrategia nacional para el sector agua y saneamiento se considera una limitante al desarrollo del mismo.
Las empresas regionales de acueducto y alcantarillado se establecieron a lo largo de un período de 25 años, contando cada una de ellas con su propia ley.

En 1999, el Banco Interamericano de Desarrollo aprobó un préstamo por 71 millones de dólares para consolidar la reforma y la modernización del sector agua y saneamiento. El préstamo contemplaba el financiamiento de inversiones por INAPA y las empresas regionales, así como un componente sustancial de asistencia técnica.
El préstamo estaba destinado a transformar las empresas regionales de agua en entidades operadas comercialmente sin interferencia política en su administración cotidiana.

El Nacional

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