Reportajes

Aida Trujillo Ricart, una voz propia

Aida Trujillo Ricart, una voz propia

El primer apellido de esta mujer carga el ambiente de ideas pre-establecidas: Trujillo, con las que llegan a la mente las atrocidades inombrables de la dictadura.

Su segundo apellido, Ricart, es menos referido y nombra a una destacada familia de trayectoria antitrujillista.

Es Aida Trujillo Ricart, autora de A la Sombra de mi Abuelo, la novela que ganó el Premio Nacional de Literatura 2009, otorgado por  un jurado mayoritariamente internacional de narradores y por República Dominicana, el novelista Roberto Marcallé Abréu.

Sobre Angelita Trujillo

Para la nieta de Trujillo, la hija del tirano es una irrespetuosa y desconsiderada al tratar de imputar el crimen de las hermanas Mirabal a personas fallecidas y más recientemente a jefes militares, tratando de exculpar a su padre.

“Angelita comete un abuso y una falta de respeto a la historia y los hechos, cuando quiere escurrirle el bulto de ese crimen a quien lo ordenó en realidad”, afirma la hija Ramfis Trujillo.

Sostiene que mucho le costó separar el afecto que tiene por el abuelo tierno que era Trujillo y los sentimientos que le generó el conocer lo que fue su régimen dictatorial.

“He tenido que sanarme interiormente. Fue un proceso emocional difícil. Para mucha gente soy una “Trujillo” como el resto de la familia. Por vocación soy contraria a las dictaduras y mucha gente no sabe que en España asumí responsabilidades en favor de la democracia y contra todo intento político de sometimiento de la gente al oprobio”, manifestó.

Abuelo/dictador

“He afirmado, y repetido, en múltiples ocasiones que no soy partidaria de ningún tipo de dictadura, ya sea de derecha o de izquierda.  Creo en la libertad, la individualidad, los derechos humanos y la No violencia.  Mi abuelo es una cosa y Trujillo es otra, para mí”, aclaró Aida Trujillo.

Sobre los ajusticiadores

 Considera que quienes terminaron con la vida de su abuelo actuaron según su criterio, ya fuese político o personal.

“ Considero que tuvieron una gran valentía al arriesgarse, en aquellos momentos, a hacer lo que hicieron.     No les guardo rencor en absoluto.  Si uno se convierte en dictador, se arriesga a que le ocurra lo que le ocurrió a Trujillo”, consideró.

Sostiene que si a alguna editorial se le ocurriese, en España, publicar la mitad de los libros sobre Franco que se publican aquí sobre Trujillo, iría a la quiebra directa y segura.

“Cuando recibí el Premio Nacional de Novela, quedé también muy sorprendida al leer una afirmación de un periodista, cuyo nombre no recuerdo, que decía que “la dictadura de Franco, comparada a la de Trujillo, fue agua de rosas”.  Si lee este artículo, le insto a que vaya a España y haga esa declaración en público.  Conozco muy bien cómo fue ese “agua de rosas” de la que habla”.

Sobre su madre

“Mi madre  pertenecía a una familia  que estaba, en general, en contra del dictador.  Mi abuelo materno, Pedro Adolfo Ricart y Pou, fue un conocido activista antitrujillista y se llevó un gran disgusto cuando se enteró que su hija Octavia, conocida como Tantana, se enamoró profundamente del hijo de Trujillo.  Intentó, por todos los medios de evitar aquella relación y posterior enlace, pero fracasó.” asevera.

Dijo que su madre, “a pesar de que mi padre se divorció de ella, le dio seis hijos, y le amó hasta el día de su propia muerte. Él falleció antes, pero ella nunca le olvidó, rechazando a auténticos buenos partidos.  Casi nadie lo sabe pero, hasta el propio Aristóteles  Onassis intentó cortejarla pero ella no dejó que se le acercase”.

 Sostiene que  no se menciona que es nieta de Ricart por varios motivos.  “Uno de ellos es que Trujillo vende y Ricart no.  Otro es que, por desgracia, la gente suele agarrarse más al odio que al amor, prefieren el rencor al perdón, sin darse cuenta de que eso es un veneno para ellos mismos”.

EL DATO

Su nueva novela

La escritora   ya entregó  su nueva novela, Más triste que la muerte es el olvido  , en la cual se aleja del tema Trujillo y se adentra en las densas cortinas de los sentimientos humanos de soledad, olvido, muerte y otras dimensiones. Sale a librerías  en agosto .

UN APUNTE

Maestra de flamenco

Aída Trujillo, quien se destacó en Madrid  como bailaora, ha iniciado clases de flamenco en un tablao montado en su apartamento.

Es una Trujillo que se ha negado a participar de la herencia de su abuelo.

Las clases, que se imparten a jovencitas,   le sirven para alternar con su labor de  novelista.

En el tablao transmite sus conocimientos y habilidades a un reducido número de muchachas.

 Al estar con ella, además de la técnica del baile flamenco, se aprende mucho de su visión  de la vida.

Puede ser contactada,  al 829 864-5802.

El Nacional

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