“El hilo en bollito”
Cuando muchacho era común, en mi pueblo de Santiago, escuchar a la gente expresarse por intermedio de refranes y uno muy usado era:“Descubriste el hilo en bollito”para mostrar que alguien había dicho algo que creía novedoso y era muy evidente o muy conocido, similar a aquel de “Descubriste la fórmula del agua tibia”.
La remembranza refranesca viene a cuento porque se acaban de reunir este pasado fin de semana en uno de los hoteles más caros de la capital, representantes de 21 países, unos 80 técnicos que concluyeron expresando lo que hace años sabe Salma, mi enfermera en la pasantía, de la Clínica Rural de Guayajuyuco, José el operario del taller de mi compadre Negro Robles, y la tía de Amado de “Jobo Dulce”: que “El uso de productos inseguros causan daños como sordera, defectos en el cerebro, asfixias y amputaciones”.
También concluyeron con la genialidad de que los más afectados son los niños por el uso de audífonos de alto volumen, cordones de zapatos largos, bolitas para peinarse, etc. Que conste que la primera causa de muerte en niños de 1 a 5 años son los accidentes en el hogar.
No sé cuánto costó el taller de tres días, pero si le hubiésemos dado ese dinero al Ministerio de Salud, hubiera sido mejor utilizado, precisamente en atender otra de las fallas “Descubierta como el hilo en bollitos”: que los gobiernos no cuidan de que esos productos lleguen al consumidor y provoquen daños que son “algo más que salud”.
Deje este pedazo “apota” para asegurarles que el próximo 16 el Presidente de la República, que es, además, candidato a la reelección podría hacer cambios, pero que nadie crea que éstos estarán pensados en el bien común o en palabras que suenen más bonitas: “En aras del desarrollo sostenible y la disminución de la brecha social”, esos cambios estarán pensados para que sirvan al proyecto reeleccionista, lo demás “Es monte y culebra” y el que piense otra cosa estará descubriendo el “Hilo en bollito” o “La fórmula del agua tibia”.
