Opinión

Algo más que salud

Algo más que salud

Cosas que guindando parecen…
Es seguro, no probable, que nosotros nos equivoquemos a cada momento. A todos más o menos nos sucede, pero estas aseveraciones que vamos a hacer son ciertas, válidas, a pesar de todo y de todos. Recórtenlas y guárdenlas.

Fue una chicana, una bajeza, una falta de ética, una desconsideración la culpa asignada a la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social de parte de los jerarcas potentados de la Seguridad Social que al asistir al almuerzo del grupo Corripio aseguraron que a los pacientes se les cobra grandes diferencias en las consultas (nosotros agregamos que en todo lo demás) porque la SESPAS no ha elaborado “…los protocolos de servicios para el primer nivel de atención”. Es mentira. Nos consta que ha hecho más que eso, lo que sucede es que en el negocio de la Seguridad Social, en la que andan metidos en puestos de relevancia esquiroles, que aparte de servir a sus verdaderos jefes en el sector privado sacan salarios y prebendas de lujo al gobierno. Las normas para la atención primaria, los reglamentos de provisión de servicios, la separación de funciones y el funcionamiento de las redes, hace años que han sido elaborados y puestos en práctica.

Lo que sucede es que en el Consejo Nacional de la Seguridad Social, existe un cuello de botella donde sólo se discute y pasa lo que favorece al sector privado, mientras los responsables de velar por la atención de todos favorecen que prevalezca el caos y de paso los intereses de los sectores bancarios, a quienes en verdad representan. La pena es que SESPAS se quede callada.

Esos mismos negociantes de la Seguridad Social le han hecho el coro a las pretensiones del Gobierno de coger los fondos de Pensiones para invertirlos en viviendas. Ciertamente que en otros países existe la experiencia con buenos resultados, pero casos como Chile y Costa Rica se pueden aceptar porque se hicieron con garantía de retorno. Aquí no las hay, con un gobierno que exuda corrupción por los cuatros costados y de antemano tendrá esas construcciones sometidas a los porcientos de los secretarios, comisiones para políticos, tajadas para los que serán candidatos, coímas que quedarán en manos de los que compran, dádivas que irán más arriba, y agreguen que el gobierno ha terminado condonando las deudas de los adquirientes de proyectos de vivienda del gobierno, que seguro han de ser miembros de los grupos del Presidente a lo interno del PLD.

 Después que le abran la puerta de estos fondos, el gobierno los buscará para cubrir los gastos de atender las inundaciones del lago Enriquillo, las pensiones de los generales reciclados, los fondos para la representación en el Tercer Clásico Mundial de Béisbol, las amortizaciones a la deuda externa, la campaña reeleccionista del 2012 y de seguro la segunda, tercera, séptima y décima línea del Metro.

Mientras se hacen esas bellezas, los trabajadores habrán perdido la esperanza de quedarse con algo al momento de retirarse, aunque sea la miseria de 3,500 pesos, lo que ahora se proyecta para los que coticen por lo menos 25 años ininterrumpidos. Lo bonito es que también esa ley prevé pensiones para los que no cotizan, los del Régimen Subsidiado, y es bueno preguntarse: ¿De dónde sacarán esos otros fondos?

A propósito de la decisión de los senadores de negarse a aprobar una migaja de aumento a los profesionales de la salud (un pírrico 30% a los médicos y 20% a los demás trabajadores), les invito a leer este reportaje de Pedro Germosén del periódico “Hoy” del 14 de los corrientes: “Los senadores y diputados cobrarán viáticos extras por su trabajo en la Asamblea Revisora que reformará la Constitución, aunque se desconoce si también recibirán esos emolumentos los funcionarios y otros empleados de ambos hemiciclos que, en ocasión de este proceso, laborarán fuera de sus horarios regulares. Si no han variado, los senadores recibirían viáticos de RD$50 mil y dietas de RD$3,500 por sesión y de RD$2,400 por reuniones de comisiones, que era lo que obtenían al mes de agosto del 2007. Ayer no fue posible averiguar cuál será el monto que les pagarán por la jornada de reformas a la Constitución, si devengarán las dietas por horas o por días de trabajo”. Súmele a esto sus sueldos, sus otras dietas, el barrilito, los beneficios marginales, las exoneraciones, y de paso agregue los más de 50 secretarios de Estado ilegales, los casi 300 subsecretarios de más, los centenares de asesores, los gastos en Consejos de Administración que no administran nada, los embajadores y cónsules supernumerarios, los ayudantes, asistentes, asesores y demás yerbas del presidente y encontrarán dinero de sobra para esa chilata de aumento, que dista mucho de la exigencia inicial de 130% que de todas formas no iba a representar “algo más que salud”.

josed4606@gmail.com

El Nacional

La Voz de Todos