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Alice Guy Blaché olvidada por el cine

Alice Guy Blaché olvidada por el cine

El pasado 24 de marzo se cumplieron 50 años de la muerte de Alice Guy Blaché, la pionera del cine, que por ser mujer, los hombres del séptimo arte condenaron al olvido.

Nació en Saint-Mandé, entonces suburbio de París, el 1 de julio de 1873. Su infancia transcurrió entre Suiza, Francia y Chile, quinta hija de un editor y dueño de una cadena de librerías, que al parecer, por ser hija ilegítima, no gozó mucho del aprecio de su procreador.

Siendo muy joven su padre murió, y como era costumbre en su época tuvo que educarse para ejercer un oficio de mujer, estudió taquigrafía y mecanografía, conocimientos que le abrieron la puerta como secretaria en 1894, en la empresa Le Comptoir Général de la Photographie.

En verano de 1894, teniendo Alice Guy Blaché apenas 21 años de edad, uno de los directivos de la compañía, Léon Gaumont, creó su propio negocio fotográfico y se llevó a Guy como secretaria.

Los hermanos Lumière invitaron en marzo de 1895 a Gaumont, quien acudió con su secretaria, a ver una demostración de su cinematógrafo. Cuando el 28 de diciembre de 1895 realizaron su primera proyección con público, en lo que se considera oficialmente el nacimiento del cine, Guy -que había hecho teatro de ficción y sabía cómo podía contar historias- ya había convencido a su jefe de que allí había un negocio.

Pero mientras la joven pionera veía futuro económico en el invento de los Lumiére, Gaumont solo apostaba por el futuro del aparato, no de las películas, y no fue hasta 1897 que creó una división de producción cinematográfica en su empresa, cuya dirección confió a Guy, con una condición, como explica la cineasta en sus memorias: “Siempre que la tarea no me impidiera seguir realizando mis funciones como secretaria”.

Durante décadas el nombre de Georges Méliès apareció como el del primer director de un filme de ficción, aunque ahora, por fin, se reconoce que la primera en rodar una película de ficción fue Alice Guy Blaché.

Los Lumière tenían una visión científica, no artística ni comercial, de su invento, y fueron otros creadores que empezaron a explorar la capacidad del cine de contar historias. Pero, la visionaria que entendió las inmensas posibilidades del cine fue Alice Guy Blaché, aunque su nombre fue injustamente olvidado, solo por ser mujer.

En abril de 1896, contando con solo 23 años, Guy dirigió La Fée aux Choux (El hada de los repollos), la primera película en la historia que duró más de un minuto, y también el primer film en contar una historia con inicio, desarrollo y fin.

El hada de los repollos inaugura además el uso de trucos visuales en imágenes en movimiento y el montaje. Durante décadas Guy trabajó entre Francia y Estados Unidos, y llegó a contabilizar unos mil filmes, pero misteriosamente en los años cuarenta, aún viva y residiendo en Estados Unidos su nombre desapareció de la historia del cine, a pesar de que el Gobierno francés le entregó la medalla de la Legión de Honor en 1955 por sus aportes al cine.

A partir de la publicación de sus memorias en 1976, a los 8 años de su desaparición física, su nombre empezó a salir del ostracismo, algunos estudiosos confirmaron en diversas publicaciones los datos que Guy describió en sus memoria, y en los últimos 15 años se ha multiplicado su reconocimiento gracias a tesis doctorales, investigaciones, libros y homenajes.

Entre ellos, en España la compañía La Recua Teatro estrenó en 2012 la obra Alice a la sombra de las maravillas, centrada en la historia de la cineasta, que contó en su estreno con la presencia de su nieta, Régine Blaché-Bolton.

El Nacional

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