Opinión

Alstom

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Es probable que este nombre no le diga nada. Alstom es una empresa francesa, asociada recientemente a la norteamericana General Electric, líder mundial en la generación de energía, transmisión de energía e infraestructuras ferroviarias. En este renglón, ha sido y sigue siendo el principal -¿o el único?- proveedor de vagones para el Metro de Santo Domingo.

Establecida legalmente aquí a través de una subsidiaria dedicada a la compra de chatarras de metal HMS1/2, baterías y piezas eléctricas usadas. Nada destacable, a no ser los escándalos de corrupción en que la matriz gala se ha visto envuelta en los últimos diez años.

Este grupo industrial se declaró culpable de pagar más de US$75 millones en sobornos a funcionarios de gobiernos de todo el mundo y aceptó una multa de US$772.3 millones, la mayor sanción conseguida por el Departamento de Justicia de Estados Unidos para las denuncias de soborno extranjero. Admite la falsificación de libros y registros, y no implementar controles adecuados por sobornos pagados a funcionarios. Pagos y regalos que ayudaron a la empresa a asegurar US$4 mil millones en proyectos de todo el mundo, lo que provocó que la afortunada obtuviera más de US$300 millones en ganancias.

“El esquema de corrupción de Alstom se mantuvo durante más de una década y a lo largo de varios continentes”, dijo James Cole, fiscal general adjunto, de Estados Unidos. “Fue sorprendente en su amplitud, su descaro y sus consecuencias mundiales.” General Electric adquirió su división de energía en un acuerdo de 12 mil 350 millones de euros.

Como parte del acuerdo con el Departamento de Justicia, la filial suiza Alstom Network Schweiz AG, se declaró culpable de conspiración por violar las disposiciones antisoborno de la Ley Contra Prácticas de Corrupción en el Extranjero. Dos subsidiarias estadunidenses, Alstom Power y Alstom Grid, entraron en acuerdos de diferimiento de juicio relacionados con acusaciones por sobornos.

En lo que se refiere al Estado dominicano y sus compras a la Alstom, como importante proveedor del Metro de Santo Domingo, no sabemos si las autoridades judiciales locales han indagado estas operaciones para determinar si, por casualidad fueron parte de los hechos punibles que la llevaron ante los tribunales de justicia de Estados Unidos. Sabemos que el procurador general de la República ha estado muy ocupado en el caso de Félix Bautista, y en posible que tenga que darle un vistazo al expediente de Quirino en Nueva York. Pero no estaría de más que ponga en agenda el tema Alstom, que también nos toca muy de cerca.

El Nacional

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