The New York Post.- A los 22 años, Amed Rosario tiene el futuro más brillante porque no da nada por sentado en el presente. Para ese fin, Rosario ya está en Port St. Lucie trabajando para mejorar la debilidad más obvia de su juego después de que los Mets los llamaron a las Mayores en agosto. En 165 turnos al bate, el paradorcorto se ponchó 49 veces. Bateó .248 con un porcentaje de embasamiento de .271.
Rosario caminó tres veces en 170 apariciones en el plato.

Con demasiada frecuencia, Rosario puso la bola en juego. Dirige la zona de strike para controlar el turno al bate.

Rosario pasó la semana pasada trabajando con el entrenador de bateo Pat Roessler para obtener una mejor conciencia de la zona de strike. Este es el tipo de trabajo que va a tomar Rosario para tener mejores números.

Se da cuenta de que no se trata de llegar a las mayores. Se trata de quedarse.

“He estado trabajando duro, constantemente, todos los días”, dijo Rosario a The Post el martes a través de la traductora Melissa Rodríguez. “Al entrar en este año, realmente me he centrado en mi zona de strike, tratando de hacer eso más pequeño y, por supuesto, tratando de no ir por algunos de esos malos lanzamientos.

“Creo que ha estado yendo realmente bien. He estado haciendo ejercicios constantes y toda la semana pasada trabajé con Roessler”, dijo Rosario. “Nada es imposible, así que veremos qué sucede”.

El año pasado fue el deseo de ser llamado. Ahora será diferente esta temporada, pero Rosario me dijo: “La presión sigue ahí porque no doy por hecho estar en las Grandes Ligas, así que sigo trabajando todos los días como si tuviera algo que demostrarle a alguien”.

UN APUNTE

Aportes

Rosario aporta una gran cantidad de personalidad al juego y eso le sentará bien en su primera temporada completa como Mets. Ha estado trabajando en velocidad y potencia. Logró cuatro jonrones, cuatro dobles
y cuatro triples la temporada pasada.