Las tandas de apagones producidas por la salida de varias plantas de generación han incrementado las protestas en sectores de la capital y en provincias.

Ayer continuaban fuera de servicio las plantas Los Mina 5, que aporta 105 megavatios; CESPM, 95 megas; Haina 4, 90 megavatios. La primera planta está siendo sometida a mantenimiento mayor para garantizar efectividad.

En ocasiones algunas plantas permanecen fueras del sistemas porque no son requeridas por el Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Interconectado.

Queman gomas

Ayer residentes del sector Espaillat del Distrito Nacional quemaron gomas en la calle 10 y otras vías por los contantes apagones que reciben diariamente.

También se escenificaron protestas en otros sectores de Santo Domingo Este.

La inestabilidad en el servicio eléctrico afecta sectores como Bella Vista, Urbanización Real, Los Cacicazgos, Evaristo Morales, Naco y La Esperilla.

Residentes de Invivienda se quejan de que reciben apagones de hasta 10 horas diariamente.

En los sectores de Los Trinitarios, Cancino II, y barrio Duarte, en Santo Domingo Este, definieron de “lamentable ” el servicio que presta la Empresa Distribuidora de Electricidad del Este (Ede-Este) con apagones de hasta 16 horas.

Aseguraron que las largas interrupciones energéticas no sólo causan pérdidas económicas, sino emocionales y físicas entre los usuarios del servicio.

Rafael Martínez, residente en Cancino II dijo que los moradores de esos sectores temen salir de noche y de madrugada por temor a ser asaltados.

Los moradores de Los Trinitarios, Cancino II y el barrio Duarte, dijeron que lo más lamentable es que pagan mensualmente las facturas por el consumo de electricidad, contrario a otros lugares en los que el nivel de cobro del servicio es muy bajo.

En tanto que en San Cristóbal los apagones tienen a la población al borde de la desesperación, según explicó Enmanuel Dionicio, presidente de la Cámara de Comercio y Producción.

El joven empresario manifestó que los largos están deteriorando la calidad de vida de los moradores de San Cristóbal, que además ve paralizada la producción.