Con el déficit financiero que afronta el Gobierno italiano, tal parece que no será por ahora que comience a operar su consulado en el país. Después de permanecer cerrado por más de dos años, la sede fue reabierta durante una ceremonia celebrada el 1 de febrero.
Pero desde entonces a la fecha la oficina no ha ofrecido servicios ni tampoco se ha anunciado la designación de un nuevo cónsul. La numerosa comunidad italiana, con inversiones en el turismo, la industria y el comercio, se ha quejado de las dificultades para tramitar documentos, porque sus nacionales tienen que viajar a Panamá, que es donde está la sede para asuntos dominicanos.
Las razones de tipo económico por las que el Gobierno del entonces primer ministro Matteo Renzi cerró la oficina no han desaparecido. El actual Gobierno de Paolo Gentiloni se ha comprometido con la Unión Europea a recortar 3.4 mil millones de euros del presupuesto para cumplir con los objetivos del déficit fiscal. Y en esos recortes entra el consulado aquí.
