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Apresan banda robaba celulares y motocicletas

Apresan banda robaba celulares y motocicletas

BONAO. La Dirección Regional Cibao Sur de la Policía Nacional informó hoy el desmantelamiento de una presunta banda que se dedicaba al robo de motocicletas, pasolas y celulares a mano armada, en distintos puntos de la región.

Oficiales de la Dirección Adjunta de Investigaciones Criminales (Dicrim) apresaron a siete de los integrantes de la banda, a los cuales les ocuparon las pasolas, motocicletas, chasis y piezas.

Los apresados son Yeison, alias Ariel, de 25 años; Yunior Antonio Acosta Valdez, de 21; Yancarlos Polanco, alias El Calvo, de 20 años; Rayniel Álvarez Acosta, apodado Ray, de 21 años; Juan Francisco Sánchez, de 32 años, y a Danny Manuel Acosta Núñez, de 22 años, residentes en diferentes sectores de este municipio, así como el mecánico Ramón Tapia Capellán, 49 años, quien reside en Tireo, Constanza.

A Jiménez Durán y a Acosta Valdez les fueron ocupadas la pasola marca Suzuki, color blanca, chasis, LC6TCJC9260000348, una pistola ilegal marca Carandai, 9 mm., sustraída a un seguridad de la Cooperativa Maimón, y dos celulares.

En el partio de la casa de Acosta Valdez la Policía ocupó el motor marca CG 200, color negro con franjas blancas, chasis X8PCJ5015E01350; un motor para motocicleta número A2G16713, un chasis de motor y otro de pasola con las numeraciones LC6TCJC96D0010098 y LZ3GJL2T15AK59613, respectivamente, así como piezas para diferentes marcas y modelos de motocicletas.

Yancarlos Polanco, alias El Calvo, de 20 años, fue detenido con dos celulares, quien admitió despojar a sus víctimas de pasolas, celulares y dinero en efectivo.

Mediante labor de conexión y rastreo, los agentes del Dicrim también lograron apresar a Juan Francisco Sánchez, de 32 años, con la motocicleta CG 200, color negro y franja verde, chasis GALPCM503EC000548, que alega haberla comprado a Jiménez Durán.

A Danny Manuel Acosta Núñez, de 22 años, a quien le ocuparon un celular, confesó que las pasolas y motocicletas robadas eran llevadas a Tapia Capellán, quien las desarmaba y pintaba para venderlas.

El Nacional

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