LA PAZ, BOLIVIA, (AP).- En sólo dos días, el congreso de Bolivia -de mayoría oficialista- aprobó el viernes una nueva ley que incrementa los cultivos legales de coca y privilegia a las bases cocaleras del presidente Evo Morales.
La nueva norma eleva los cultivos legales hasta 22.000 hectáreas e incrementa en 700 hectáreas la superficie legal en el Chapare, en el centro del país, feudo del gobernante, a pesar de que un estudio encargado por el mismo gobierno dice que sólo se necesitan 14.700 hectáreas para usos tradicionales.
La ley que estaba vigente desde 1986 fijaba en 12.000 hectáreas los cultivos legales, mismos que se elevaron a 20.000 en un acuerdo provisional pactado en 2004 cuando Morales todavía lideraba a las bases cocaleras.
El proyecto inicial, enviado por el Ejecutivo al Legislativo, fijaba en 20.000 hectáreas, pero a último momento el gobierno aumentó 2.000 hectáreas adicionales tras lograr un pacto con el segundo sindicato cocalero, que protagonizó violentas protestas callejeras en La Paz hasta el miércoles.
Al Legislativo, dominado por el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), le tomó pocas horas del jueves y viernes aprobar la nueva norma de 35 artículos a pesar de que el tema estaba en agenda desde 2006, cuando Morales llegó al gobierno.
“Teníamos que buscar un punto de equilibrio que preserve la paz social, pero a la vez cumpla criterios técnicos”, dijo la presidenta de los diputados, Gabriela Montaño.
“Lo que hace esta nueva ley es consolidar un Estado permisivo con el narcotráfico”, dijo a su vez el diputado opositor Wilson Santamaría.
Legisladores de oposición advirtieron que el incremento de la superficie legal podría acarrear consecuencias para el Estado, que firmó convenios internacionales comprometiéndose a mantener 12.000 hectáreas de la anterior legislación.
Tras la expulsión de la agencia antidroga de Estados Unidos en 2009 por Morales, la Unión Europea se convirtió en el principal aliado financiero de la lucha antidroga. La organización no se ha pronunciado.
La nueva norma reconoce dos regiones de siembra legal: el Chapare, una zona no tradicional donde sin embargo se siembra coca desde hace tres décadas, y La Paz, región donde al arbusto se cultiva desde el tiempo de los incas.
La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) estimó que los cultivos de coca en Bolivia alcanzan a 20.200 hectáreas en su último informe correspondiente a 2015. El organismo dijo también que 93% de la coca del Chapare no pasa por los mercados legales; supuestamente, se desvía a la cocaína.
“No sólo la coca del Chapare se desvía”, reconoció el dirigente cocalero de esa región, Leonardo Loza.
Evo Morales hizo de la coca la causa de sus luchas políticas desde los años 80 y había prometido una nueva ley que separara la coca de la cocaína. Le tomó once años cumplir su promesa. Sin embargo, el régimen penal sobre narcotráfico no se ha modificado y reconoce penas de cárcel hasta de 30 años.
En cambio, el mandatario implementó con éxito y en consenso con las bases cocaleras su programa pacífico de reducción de cultivos excedentes. La política anterior de “coca cero”, impulsada por Estados Unidos, dejó más de un centenar de muertos entre cocaleros y policías hasta 2006, cuando Morales llegó al poder.
Bolivia es tercer productor de coca y cocaína después de Colombia y Perú.
