Como puede el egoísmo
Todas las veces que el presidente Leonel Fernández obtiene una victoria política a nivel local o en el plano internacional, sus detractores lo atribuyen a que es un tipo con suerte, pero cuando detectan lo que consideran algún revés, entonces se procura magnificar el suceso y sus consecuencias.
Se llega al colmo de decir que Leonel tiene tanta suerte, que el terremoto que destrozó a Haití lo salvó de una crisis política que surgiría de los casos de narcotráfico que se debatían en improvisados foros públicos. Lo que se teme admitir es que ante esa desgracia acaecida a los vecinos del oeste, el mandatario volvió a mostrar sus dotes de gran estadista.
En efecto, tras el sismo en Haití, se activaron de inmediato los resortes oficiales de socorro y asistencia, conducta que fue seguida por toda la comunidad internacional, con lo cual República Dominicana pudo exhibir ante el mundo su auténtico perfil de nación solidaria y humanista.
Más que eso, el Presidente usó su sólido liderazgo para convocar en Santo Domingo dos reuniones con representantes de gobiernos e instituciones multilaterales, para organizar la asistencia a Haití e identificar recursos que se destinarían a su reconstrucción.
La próxima reunión de donantes y la Cumbre del Grupo de los 20 (G-20), a celebrarse próximamente en Canadá, discutirán la propuesta del presidente dominicano, para que las naciones acreedoras del Club de París puedan apartar diez mil millones de dólares en cinco años, en fondo especial destinado a la reconstrucción de Haití.
Naciones Unidas (ONU), ha incluido a República Dominicana con la aquiescencia del gobierno haitiano en la Misión para la Estabilización de Haití (Minustah), con lo cual Santo Domingo asume un papel más activo en la asistencia a su vecino, pero también de mayor garantía a la defensa de los intereses nacionales. Lo que otros suponían un revés político se ha convertido en otro logro diplomático.
A pocos días de asumir el poder, el electo presidente de Honduras, Porfirio Lobo, el mandatario dominicano logró un acuerdo político que permite una salida honorable al conflicto desatado por el golpe de Estado de Roberto Micheletti y sus secuaces. El depuesto mandatario y sus cercanos colaboradores, vendrán a Santo Domingo en calidad de huéspedes distinguidos. Otro logro político.
Leonel Fernández es un hombre de suerte, sin dudas algunas, pero a la consolidación de su liderazgo contribuye también su innegable talento personal y su condición de estadista excepcional. Mientras tanto, sus detractores pueden entretenerse con el titular periodístico de que Chávez dejó plantado a Leonel. Así es la vida, como puede el egoísmo.