Ojo con el nuevo canal
Se ha hecho el anuncio de la salida al aire de un canal de televisión
estatal por la internet, tras un trabajo de un año de preparación,
según lo que se ha dicho. De entrada, pienso que la iniciativa es interesante, porque el país no puede quedarse atrás en el manejo de las nuevas tendencias y
herramientas de comunicación, cuando históricamente hemos sido de los primeros países de América en tener televisión. El ciberespacio debe contar con la presencia dominicana en materia de la televisión. La iniciativa en ese sentido desde nuestro punto de vista es válida.
Pienso sin embargo, que el estado cuenta con dos plantas televisoras ”broadcasting” que deben ser fortalecidos, como son los canales 4 y
17 de la Corporación Dominicana de Radio y Televisión, a los cuales se le debe continuar apoyando en todo lo que requieran, independientemente de que se haga el lanzamiento de un televisora cibernética. Proyecto este que habremos de estudiar cuando sea lanzado formalmente, pero en el que de entrada tenemos ya algunas dudas e interrogantes. Se anuncia que la nueva televisora contará con 44 programas, entre los cuales se dan los nombres de ”Hablemos de Salud”, ”Todos a Leer”‘, ”Nuestro Campo”, “Nosotros Podemos”, ”Hablan los Ciudadanos”, ”Así es República Dominicana”, ”Economía Para Todos”.
Si se fijan, nombres todos manoseados, reiterados, poco creativos, que vienen a ser una repetición de más de lo mismo de lo que se ofrecen en muchas canaletas de UHF. No quisiera prejuiciar, pero si ni siquiera hay creatividad para escoger un nombre, menos debe haber para auspiciar un contenido que pueda generar interés en los cibertelevidentes. Cuánta falta hace un Yaqui Núñez del Risco para aportar algunos nombres ricos en creatividad. En adición a ello vemos una foto del staff de un grupo de muchachas, como si se tratara de uno de esos canales de videos fracasados que hemos tenido en el pasado, donde las conductoras juegaban al megadivismo. Hay que tener cuidado con que se haga un canal joven, que no pase de ser un juego de muchachos. El orientar una programación hacia la juventud no debe ser un asunto solo de formas sino también de contenido, pues aunque algunos no lo crean, nuestra juventud integra una de las audiencias más actualizadas.
