¿Qué Pasa?

Arte nacional

Arte nacional

Joseph Caceres

Cultura de revistas
Estuve la pasada semana en la Biblioteca Nacional Salomé Ureña en la Plaza de la Cultura participando en un encuentro de prensa.

Y quedé sorprendido del diseño interior, la marmolería, limpieza, armonía en la decoración, disposición de oficinas y elementos en la señalización, que le parece a uno estar en un local similar de un país europeo.

¡Qué majestuosidad de obra!

Interiormente lo que parece es un palacio!

Qué bueno que obras educativas de nuestro país se mantengan así.

Y qué malo que algunos dominicanos no aprecien eso, y vean la cultura como algo inneceario y superfluo.

Lo decimos porque ayer escuchamos en el programa El Zol de la Tarde que el gobierno se propone hacer una inversión millonaria en la remodelación del Conservatorio Nacional de Música, el Archivo Histórico de Santiago, en salas de museos que se encuentran cerrados y abandonadas, todo lo cual forma parte de una política de gestión cultural del estado.

Pero, como siempre, no podía faltar la voz de un enemigo del arte y la cultura, que se levantó en el programa para criticar esa inversión, advirtiendo que hay “otras prioridades”. El cliché de siempre…

Desde su óptica, toda inversión pública debería estar dirigida “a reparar badenes y a rescatar ranchetas”.
Esas son las prioridades de los enemigos del arte y la cultura enquistados en los medios de comunicación, que solo conciben el desarrollo en función de sembrar plátano y yuca.

Verguenza debería dar a esos comunicadores, que ni siquiera llegan a una cultura de revistas.

El Nacional

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