El museo de los hongos y bacterias
Es una pena que el Museo Nacional de Historia y Geografía esté cerrado al público desde hace más de una década en razón de que no ofrece seguridad para el público, debido a que está contaminado por colonias de hongos y bacterias.
Nadie se ha dignado en procurar su rescate con una intervención a fondo que lo devuelva a una necesaria funcionalidad, como recinto que guarda objetos y elementos de nuestra historia y geografía, que nos confieren singularidad como pueblo y nación.
Museos similares existen en otras partes del mundo, preservados bajo riguroso control, que impide un abandono y deterioro como el que sufre el nuestro en su recinto.
Hasta un cuadro amenazado de deterioro, es sometido a un proceso de rescate y restauración, en museos como el del Prado en Madrid y el Louvre en París, lo que les permite preservar obras con centenares de año que a diario son visitadas y vistas por miles de personas.
Imposible pretender compararnos con sociedades organizadas que valorizan y cuidan sus museos, porque forman parte de su historia y de su identidad, lo cual aprovechan como centros de atracción turística.
Se piensa que sería mucho pedir la descontaminación de nuestro Museo Nacional de Historia y Goegrafía, cuando ni siquiera es posible preservar la ciudad de la contaminación del Vertedero de Duquesa. ¡Vaya usted a ver!