Blockchain y bitcóin son dos términos que suelen ir de la mano, siendo ambos sinónimos de tecnologías disruptivas y nuevas formas de hacer las cosas en un mundo dominado por lo virtual y digital.
De la misma forma que representan disrupción, tanto blockchain como bitcóin resultan enormemente desconocidos al común de la gente, pues lo cierto es que una inmensa mayoría se ha visto expuesta a estos términos y conceptos por pura moda.

De bitcóin ya sabemos que se trata de una moneda virtual que ha alcanzado valores escandalosos a lo largo de su existencia, a la vez que ha puesto de cabeza a expertos en finanzas y órganos regulatorios que no tienen idea de cómo lidiar con el fenómeno y sus controversias. De blockchain, pese a ser su eterno acompañante, es quizás hasta menos lo que se sabe, y por eso es bueno aclarar algunos puntos y resaltar su potencial.

Empecemos por lo básico: blockchain es literalmente una cadena de bloques de data que conforman un registro cronológico continuo, abierto y descentralizado de transacciones.

Esta cadena de bloques se encuentra distribuida a lo largo de una red de computadoras que a su vez conforman un sistema que crea su propia confianza al validar cada bloque de data con la solución de complejos problemas matemáticos.

Luce algo complejo, pero en realidad blockchain está basado en los tradicionales registros financieros de antaño, siendo una de sus principales diferencias que la data no está contenida en un solo libro o base de datos, sino distribuida entre múltiples computadoras para asegurar apertura y la posibilidad de interactuar directamente con ella, sin necesidad de intermediarios.

Una de las ventajas de blockchain es que no permite modificación de información ya registrada: cualquier cambio se añade como un bloque nuevo para mantener el orden cronológico y evitar manipulación de datos.

Contrario a lo que pudiera pensarse, blockchain no resulta únicamente útil a bancos u otras entidades financieras: récords médicos, títulos de tierras, registros inmobiliarios y procesos industriales pueden perfectamente beneficiarse de este sistema.

Para que se tenga una idea del potencial de bitcóin, un estudio de Gartner estima que para 2025 el valor agregado de negocio asociado a blockchain rondará los 176 mil millones de dólares, mientras que para 2030 se espera se dispare a 3.1 billones de dólares. Por su parte, el Foro Económico Mundial calcula que para 2025 el 10 por ciento del Producto Interno Bruto mundial estará almacenado en blockchain.

Para este año, según estudio IDC, se espera una inversión global en blockchain de alrededor de 2.1 mil millones de dólares.

Siendo el caso que esta tecnología tiene el potencial mejorar registros en cada área posible, incluso posibilitando un reenfoque integral en materia de salud individual al llevar un registro de todo, así como mayor organización a nivel administrativo, no son de extrañar estas cifras.