El PIB de la economía latinoamericana subirá un 2 por ciento en 2018, casi el doble de lo previsto para el presente año que fue de un 1,1%, según las previsiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
De acuerdo a los técnicos de esa entidad, el impulso que empieza a palparse en la región se debe principalmente al repunte en el precio de las materias primas, el aumento del comercio a nivel mundial y a la recuperación de las economías de México y Brasil y Argentina.
No obstante, el bajo crecimiento esperado para este año, que se suma a dos ejercicios continuados de recesión, podría reflejarse en una tasa de desempleo urbano del 9,4% para lo que queda del presente año, lo que supera los pronósticos de la Cepal dado a conocer el pasado enero.
En esta tasa de desempleo influye el menor aporte de la Inversión Extranjera Directa (IED), que bajaría un 5% en toda Latinoamérica en 2017 para sumar cuatro años de caídas consecutivas, aunque se espera un mejor panorama para el próximo año.
“La inversión debería ser mejor que en 2017, la veo más cercana a que se estabilice en 2018”, dijo la jefa del organismo que depende de Naciones Unidas.
Sin embargo, ya este año los datos son más positivos que en 2016, cuando la IED disminuyó un 17 por ciento desde el máximo alcanzado en 2011 con 206.935 millones de dólares.
En la región, la IED sólo creció en nueve países entre 2015 y 2016, entre ellos, Bahamas, Panamá, Colombia, República Dominicana, Brasil y Paraguay, entre otros.
Pese a la recesión de su economía, Brasil aumentó un 5,7 por ciento sus ingresos por este concepto en 2016 y fue el principal receptor. Así, es vital saber que los flujos de Inversión representan el 3,6 % del PIB latinoamericano.
El año pasado, la deuda externa bruta en América Latina (tanto privada como pública) ascendió a US$1,47 billones. Eso es casi un 80% más que lo publicado por la Cepal en 2009.
Esto se debe a que algunos estados, como República Dominicana, han abrazado en los últimos años una política de endeudamiento que ya empieza a alarmar a algunos expertos.
Por este problema, algunos expertos alertan de una burbuja, ya que la inestabilidad de los mercados latinos han hecho que los inversores se vuelquen en activos más seguros, como los fondos soberanos.
