Opinión

Calígula 1, 2 Y 3

Calígula  1, 2 Y 3

POR: Chiqui Vicioso
luisavicioso21@gmail.com

 

En sus memorias, publicadas en el 2004, tituladas Crónicas, el legendario cantautor Bob Dylan, parafrasea al poeta norteamericano Archibald MacLeish, cuando hace una reflexión sobre el mal. “Sé que existe el mal en el mundo, un mal esencial, no lo opuesto del bien,… algo para lo cual el bien en sí mismo es una irrelevancia”. Y, luego reflexiona: “Yo también sé que hay algo en el mundo, alguien si se prefiere, que tiene como propósito el mal…por eso vemos naciones… sin causa aparente, entrar en decadencia”.

Estas reflexiones del poeta cantautor se encarnaron en un taller de exorcismo al que asistí con unas amigas solo para confirmar lo que ya sabía: el mal es real, el infierno está entre nosotros y actúa siempre. Y que permanentemente entramos en contacto con personas que representan ese mal, y que lo practican a diario, es el caso del Calígula de Santiago, Adriano Román, condenado a 20 años encontrado culpable de mandar a Jordi Veras.

En un reportaje sobre este personaje, la periodista Sara Pérez nos hace un recuento de sus imputaciones: 1975, violación de una niña de once años; 1978, violación de otra niña de doce años; presunto asesinato de su padre Narciso Román; intento de asesinato con ácido del Diablo de su hermano Pablo; secuestro, tortura, y contratación de un hombre para que violara a su ex esposa Miguelina Llaverías mientras tomaba fotos. Casi desprendimiento de los senos, de la madre de sus cuatro hijos, con un alicate; su abandono desnuda y torturada en una calle. Es el atentado contra Jordi el que finalmente logró que lo condenaran, porque del ataque a Llaverías lo liberó su entonces abogado Vincho Castillo.

El segundo Calígula, hoy disfrutando de una prisión de poca seguridad por el veredicto de una jueza, que supongo no tiene hijos, es Mario José Arredondo L lenas y cito el reportaje del Día, del 7 de noviembre del 2013: “El 4 de mayo de 1996, el primo hermano, del niño José Rafael Llenas Aybar, (doce años), lo mató de 34 puñaladas, después de haberlo sodomizado durante años. Este le dijo a su cómplice Moliné Rodríguez: “Tu te vas a parar a mi lado y verás esta vaina”. “Y lo apuñaló por la espalda, le clavó la punta del cuchillo en la nuca y después le cortó la yugular”. Los psiquiatras dijeron que debía estar preso por lo menos treinta años y aún así no es seguro que no vuelva a sodomizar y matar.

Sobre el Calígula 3, abogado Julio Cepeda Ureña, recientemente liberado, hablaré en un próximo artículo.

El Nacional

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