Hay gente que actúa pensando que los demás son estúpidos. Durante su reciente visita a Nueva York el presidente y líder del PRD, como se hace llamar Miguel Vargas, dijo que el lanzamiento de la candidatura presidencial de Hipólito Mejía era extemporánea porque el partido debía abocarse primero a buscar su unidad y consolidación.
Sucede, sin embargo, que el primero en anunciar sus aspiraciones presidenciales fue precisamente Miguel Vargas el 16 de mayo de 2008, cuando reconoció su derrota frente al presidente Leonel Fernández. El sempiterno candidato no ha dado un paso que no tenga como meta quedarse con la estructura orgánica del partido para luego imponerse como candidato presidencial.
Decir que la candidatura de Hipólito es extemporánea, fuera de tiempo, es ridículo. Hipólito esperó poco más de dos años para anunciarle el país su decisión. Miguel no esperó un minuto cuando perdió las elecciones del 2008.
Como puede verse, la única candidatura extemporánea es la de Miguel Vargas. Si hay una candidatura violatoria de los estatutos del PRD, en más de un sentido, ésa es la de Miguel, pues el artículo 185, que aún se mantiene vigente, lo prohíbe.
La desesperación parece haber conducido al pánico entre los seguidores de Miguel por el avance arrollador de Hipólito, que se ha convertido en un verdadero fenómeno de popularidad tanto dentro como fuera del PRD. Después del acto del coliseo de boxeo Teo Cruz, todas las encuestas lo colocan ya por encima de Miguel Vargas Maldonado. En su desesperación, ese grupo está planteando profundizar la crisis expulsando por alegada traición a más de tres mil dirigentes, incluyendo figuras legendarias como Fello Suberví, que está apoyando abiertamente a Hipólito Mejía. ¡Sería una locura! La última patada del ahogado.
Hipólito Mejía será el candidato presidencial del PRD. Ganará mucho a poco la convención, no importa que se haga hoy o mañana, en un mes o en un año. Después de ganarle a Miguel, le ganará al candidato presidencial del gobierno no importa quien sea, Leonel o cualquier otro.
