Opinión Carta de los Lectores

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Al embajador haitiano

Señor director:

El embajador haitiano en República Dominicana pide que se respeten los derechos de los ciudadanos ilegales que están siendo devueltos a su país.

Sí, es verdad, aunque ilegales tienen sus derechos como seres humanos y eso hay que respetarlo. Pero, sucede que cuando llega “la camiona” a recogerlos se ponen furiosos y la emprenden agresivamente contra los agentes de Migración.

Entonces entra una variable circunstancial a la escena, porque desde que apareció el Estado, la violencia se reprime con más violencia; y en ese sentido los haitianos no son humildes.

Están acostumbrados al dramatismo para llamar la atención de los organismos internacionales que sí son enemigos de este país, y que han asumido la solución del problema haitiano cargándoselo a la República Dominicana, para que vengan “a darnos una pela”, porque según ellos lo que están haciendo es “recuperando su territorio”, que de hecho nunca, nunca ha sido suyo (hay que estudiar y conocer a fondo la historia dominicana). De ser así, Inglaterra ocuparía a Estados Unidos, Australia, Sudáfrica, etc. etc. que se independizaron de ella.

En definitiva la clase política de Haití manifiesta su odio y envidia hacia la República Dominicana azuzando a esas masas ignaras, depauperadas e insolubles a venir a ocupar este territorio a como dé lugar para crearnos situaciones graves en materia de servicios públicos y una catástrofe humanitaria, ya que los presupuestados por el gobierno dominicano son absorbidos por ellos, desplazando a los pobrecitos dominicanos, para favorecer a los haitianos. Ninguno de los que viven despotricando contra nuestro país (ni personas ni instituciones extranjeras) aportan un solo centavo para ayudar a sus “amigos” haitianos, evidenciado una doble moral, demagogia e hipocresía extrema.

Nos quieren ver de limosnas igual que ellos ante la comunidad internacional. Más cínico que este embajador no encontraremos otro. Tiene la cara como un concreto, porque venir a decirnos las cosas que dijo aquí en nuestra cara es cosa propia de un enajenado bárbaro e injerencista, que quiere que la política dominicana esté sujeta a su voluntad.

Atentamente,
Rafael Hernández

El Nacional

La Voz de Todos