Señor director:
Van estas líneas para agradecerle con lo más profundo de mi alma, haber privilegiado en ese importante y prestigioso diario, publicando en primera plana de la edición del pasado domingo 5 como noticia principal una reseña de nuestra Caminata del Corazón.
Y mi agradecimiento está cargado de sentimiento, porque el trato dado a nuestra actividad constituye un reconocimiento a la memoria de uno de los ciudadanos más ilustres y humanistas del siglo 21 en nuestra amada patria, constituyendo ello una muestra de que no solo los que hemos recibido su legado y especial encargo de mantener con vida su obra tras su partida física, tenemos una especial legión de personas comprometidas con esta noble y difícil tarea; pues continuar viva la obra de este prohombre, sin él, en tiempos de escasez de valores y virtudes humanas, es una tarea de muchos sacrificios, los cuales se aligeran cuando hombres y mujeres de su nobleza, hacen causa común con quienes hemos recibido esta hermosa herencia con el encargo de no dejar morir el legado.
Hoy más que nunca, como proclamaba el doctor Héctor Mateo, ideólogo de esta institución, al cumplirse un aniversario de su obra cumbre, el Instituto Dominicano de Cardiología (que hoy lleva su nombre), cito, “es necesario estar muy aferrado al ideal, caminar con serenidad hacia las metas fijadas; para poder salvar la constelación de obstáculos que para hacer el bien –irónica realidad- se interpone en el camino de las humanas realizaciones”; de ahí, el inmenso valor de cada colaboración directa e indirecta, recibida para apoyar cada una de las actividades de nuestra fundación y el Instituto Dominicano de Cardiología, como un tributo a su memoria y permanencia de su obra.
En nombre de todos los miembros de esta institución, le manifestamos nuestra gratitud eterna. Gracias.
Atentamente,
FUNDACION DOMINICANA DE CARDIOLOGIA, INC.
Dr. Danilo Enmanuel Núñez Velásquez
Presidente
