Opinión Carta de los Lectores

Carta de los Lectores: ¿Y las autoridades?

Carta de los Lectores: ¿Y las autoridades?

Señor director:
En buen dominicano, los motociclistas transitan “como chivos sin ley” en los barrios de la capital y hasta el momento no existe una autoridad con voluntad para ponerle freno a esta acción inconsciente y que además expone al peligro a los ciudadanos que muchas veces tienen que optar por caminar sobre las calles ya que en las aceras existen estorbos que les impiden transitar con normalidad.

Es inconcebible que ante los ojos de las patrullas de la Policía Preventiva que circulan en estos sectores marginados, los jóvenes conduzcan a “todo dar” sin que estos hagan ni siquiera el intento de pararlos y exigirles que bajen la velocidad, que conduzcan con moderación para no poner en riesgo la vida de los peatones.

Las autoridades competentes asumen que el caos solo reina en las avenidas de gran circulación vehicular, cuando también esto es un problema existente desde hace mucho tiempo en nuestros barrios y que a nadie parece importarle tal situación, desde la alcaldía, la Policía Nacional y cualquier otra autoridad que pudiera aportar un granito de arena para la solución de esta realidad.

Muchos andan en una goma, unos a gran velocidad, otros haciendo zigzags o también conocido como hacer eses, mientras que otros doblan las esquinas sin frenar, poniendo en peligro a cualquier vehículo que transita con prudencia o a quien pretenda cruzar la calle.

Los ancianos, los niños, y demás habitantes, no pueden caminar con libertad y tranquilidad por temor a ser accidentados por los dueños de las calles, los motociclistas, quienes han demostrado que no tienen límites sobre sus motocicletas, además evidencian que son amos y reyes del asfalto.

Solo para dar a conocer, estos son algunos de los sectores que viven en angustia bajo esta condición delicada de vida: Villas Agrícolas, Capotillo, Villa Juana, Los Guandules, Villa María, La Ciénaga, Gualey, Guachupita, Villa Francisca, La Zurza, Domingo Savio, Cristo Rey, entre otros.

En algunos de los sectores ya mencionados, munícipes han tenido que, por su propia cuenta construir los conocidos “policías acostados” o bien llamados reductores de velocidad, ya que temen por sus vidas y las de sus familiares. Pregunto ¿Dónde están las autoridades?

Y como decía el filósofo y polaco Arthur Schopenhauer, “para andar por el mundo es menester ir bien abastecido de cautela y de indulgencia; aquella sirve para protegernos de daños y pérdidas; esta última de pleitos y de pendencias”.

Atentamente,
Luis José Martínez
Periodista

El Nacional

La Voz de Todos