Refuta a Lourdes Camilo
Señor director:
Estoy sorprendida con la respuesta de Lourdes, la cual ignora la denuncia principal del artículo:
Primero: que Patrimonio había otorgado un permiso violando la Ley de Condominios, hacía ya un año.
Segundo: que, una vez cuestionados, le recomendaron a la arquitecta de las obras que pusiera una denuncia en la Fiscalía cuando yo nunca había ni siquiera hablado con ella, una manera de cubrir su irresponsabilidad.
Tercero: utilizar el comentario sobre el obrero haitiano como una manera de ganar simpatía, cuando, si hubiese sido un obrero dominicano, yo hubiera hecho el mismo comentario, porque el abuso no tiene nacionalidad, y hablar del llanto de las funcionarias, cuando la que lloró fue la arquitecta al narrar la manipulación de que fue víctima.
Hábil la funcionaria, y además, mala lectora de artículos.
Atentamente,
Chiqui Vicioso
Articulista
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Los textos
Señor Director:
En la República Dominicana, en meses recientes, se han generado críticas de intelectuales, catedráticos e investigadores de la lengua española contra el ministerio de Educación, y más específicamente contra la implementación y ejecución en las escuelas dominicanas del Texto Integrado.
Estas críticas son preocupantes, pues se sustentan en bases más bien pasionales, ignorando el contenido de un material pedagógico elaborado por técnicos capacitados, producto del estudio profundo de la realidad educativa nacional.
Más que críticas sin fundamento, creo que todos debemos unirnos en la búsqueda de soluciones reales y permanentes alrededor de los males que, por muchos años, ha padecido el sistema educativo dominicano, y que han encontrado en las actuales autoridades de Educación la determinación de dar pasos acertados y agigantados para empezar a enrumbar el país por los cimientos de un desarrollo realmente firme y duradero.
Adelante, pues, autoridades educativas.
Prosigan, con su vuelo sereno, cual águila, sin inmutarse ante el grito que desde el pantano lanza el reptil, donde mora y permanece para siempre.
Atentamente,
Marcos Fortuna
Santo Domingo