Opinión

Centros comerciales

Centros comerciales

Representan el principal medio de concentración pública, compra y entretenimiento. Con una presencia determinante en la actividad comercial local, ameritan un especial tratamiento a la hora de estudiar el comportamiento del mercado. Estamos ante una especie de parques modernos, techados y aclimatado, sin framboyanes ni retretas pero con atracciones y espectáculos que compiten con ofertas culturales, artísticas y deportivas. Saramago sugiere que, con los centros comerciales, se privatiza la recreación pública.

Fenómeno que se hace sentir de manera profusa y persistente, no solo en el Gran Santo Domingo, sino en Santiago, La Vega, Bonao, San Francisco, Puerto Plata, La Romana, Bávaro, Punta Cana, entre otros centros urbanos. Decirlo de esta forma carece de novedad. Lo que en realidad llama la atención es el desempeño y facilidades de cada una de estas plazas.

De origen norteamericano, han sufrido algunos cambios en su arquitectura y en la esencial relación público-servicios-ofertas. Y en este aspecto, tenemos que comenzar por los parqueos, que es donde difieren notablemente los malls locales. Unos gratuitos y otros pagados, con razonables y ventajosos resultados para los que no cobran por este servicio.

Como dato destacable, que no curioso, hay que resaltar que los manejados o de propiedad foránea son, precisamente, los que han impuesto tarifas para estacionar. Vale decir que esto no opera favorablemente, vista la creciente afluencia de visitantes a los centros que asumen los costos de estacionamiento.

Es un detalle que resalta la importancia de hacer conexión con la idiosincrasia de una sociedad donde se hace negocio. Los modelos importados son aprovechables cuando facilitan la actividad, no cuando la obstruyen. Por cierto, para quienes visitan o vienen de Estados Unidos esto de los parqueos restringidos les resulta extraño.

Con todos y estos detalles, salvable o tolerables, se trata de una actividad que acusa una apreciable madurez, con evoluciones propias que han contribuido a convertir estas plazas en un recurso necesario, diríamos que inevitable. Compra, negocios, encuentros amistosos y familiares, diversión, en fin, todo lo que procuramos en la vida social, se encuentra ahora en un solo lugar. Toda una celebración comercial.

El Nacional

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