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China: De la Gran Muralla a Ciudad Prohibida

China: De la  Gran Muralla a  Ciudad Prohibida

Santo Domingo.-Visitar China, el país más poblado del mundo, es sin duda una experiencia inolvidable para cualquier mortal de este lado del planeta, pues se trata de una nación con una cultura milenaria que cuenta con un vasto territorio de características muy diversas, ya que mientras en el norte se encuentra el desierto del Gobi, uno de los más grandes de la tierra, al sur, en cambio, se concentra un elevado número de bosques tropicales que se extienden hasta el Himalaya.

Su cultura y tradiciones están presentes desde su capital Beijing, (Pekín en español), y eso pudimos apreciar los integrantes de la delegación de ejecutivos de medios de comunicación, que invitados por el Gobierno chino estuvimos allí durante dos semanas.

Tras la apertura de las relaciones diplomáticas entre República Dominicana y China, en mayo pasado, un segmento importante de la población se hizo la expectativa de que las inversiones y tecnologías asiáticas iban a estar por doquier, pero con eso hay que tener cuidado.

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En la visita que realizamos a cuatro ciudades importantes de China, cada una con un nivel de desarrollo asombroso, notamos que el esfuerzo y la disciplina son el principal activo de esa economía.

Sin dudas que los dominicanos podemos ganar mucho de estas relaciones, pero primero hay que disciplinar un aparato productivo que nos permita competir con otras 170 naciones con las que los chinos tienen relaciones comerciales, mucho antes que nosotros.

La Gran Muralla
La Gran Muralla de la República Popular China o ”larga fortaleza”, fue construida en la Dinastía Qin, 200 años antes de Cristo, con el fin de protegerse de los ataques de los mongoles y los nómadas del norte.

Fue ideada por el emperador Qin Shi Huangdi, quien unificó el Imperio en el año 221 antes de Cristo y unió los trechos de muralla construidos previamente. Durante los siguientes mil años que duró la reconstrucción, la muralla llegó a tener 7,300 kilómetros de longitud.

Dicen las crónicas que durante 2,100 años, desde el siglo V antes de Cristo hasta el siglo XVI, los chinos se protegieron con fortificaciones de las invasiones nómadas. Y su principal propósito no era impedir que la muralla fuera atravesada, sino más bien que los invasores no pudieran usar caballos y ni armamentos pesados.

Sin embargo, en la actualidad sólo se conserva una parte accesible de aproximadamente 4.000 kilómetros de muralla. La anchura y la altura de algunas secciones son impresionantes.

Las dimensiones medias son aproximadamente 6 metros de ancho y 8 metros de altura. Aunque gran parte de ella está en mal estado o deteriorado, algunas secciones de la pared se encuentran en bastante buen estado, gracias a las reparaciones, renovaciones y programas de protección por el Gobierno chino.

Ciudad Prohibida

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La Ciudad Prohibida o Palacio Imperial de Pekín es uno de los mayores atractivos turísticos en la capital de China. Un lugar para el que hay que reservar prácticamente un día del viaje, o al menos varias horas, para conocer todos sus secretos e impactantes maravillas que nos hablan de las dos poderosas dinastías de emperadores que gobernaron el inmenso territorio chino.

Es el lugar más visitado de la capital de China, aunque se trata de una zona fuertemente militarizada, si no pregunten a Roberto Cavada, ya que cerca de allí está el Palacio del Pueblo, el Parlamento y la tumba de Mao Tse Tung.

Chinos y extranjeros tienen que hacer largas filas para penetrar al lugar, que en el pasado fue considerada una zona exclusiva e impenetrable.

Esta ciudad se construyó entre 1406 y 1420. En ella vivieron 24 emperadores hasta 1911, cuando tuvo lugar la revolución que derrocó al régimen de la última dinastía feudal de China, la Qing.

Se trata de un complejo palaciego situado en Pekín, capital de China. Durante casi quinientos años, desde la dinastía Ming hasta el final de la dinastía Qing, fue la residencia oficial de los emperadores de China y su corte, así como centro ceremonial y político del Gobierno chino.

Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1987, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ocupa 72 hectárea, y tiene la estética típica de esa zona, con techos a dos aguas, madera y galerías cubiertas de arcos redondeados.

Recibió el nombre de Ciudad Prohibida porque para ingresar allí había que contar con expresa autorización del emperador. Esta limitación rigió durante los casi cinco siglos en que sirvió como residencia y sede política de los emperadores y emperatrices.

El último representante de la dinastía imperial que habitó allí fue Pu-yi, cuya historia quedó inmortalizada en la famosa película “El último emperador”. En 1912, siendo apenas un niño fue obligado a abdicar el trono. Durante un tiempo siguió viviendo en el patio interior de la Ciudad Prohibida hasta que en 1924 fue expulsado.

Entre 1950 y 1959 permaneció encarcelado en China, por orden del Gobierno del Partido Comunista, que había asumido el poder un año antes. Cuando fue liberado, con 53 años de edad, regresó a la Ciudad Prohibida, que ya había dejado de ser un sitio exclusivo y estaba abierta al público.

Los salones principales de los patios interior y exterior están todos dispuestos en grupos de tres, la forma del trigrama Qian que representa el Cielo. A su vez, las residencias del patio interior están agrupadas de seis en seis, la forma del trigrama Kun que simboliza la Tierra.

Abundan las estatuas de animales, algunos reales y otros mitológicos. El dragón es símbolo de autoridad imperial; la tortuga, símbolo de longevidad; Suanni, el león guardián; Xiezhi, un animal que “sabe distinguir entre el bien y el mal”, según la mitología.
Hay que decir que el conjunto del palacio se extiende durante más de un kilómetro en el que se van sucediendo los patios interiores y los salones.

Los llamados Salones de la Armonía son el comienzo de la visita. El primero de ellos es el más impactante: es el Salón de la Suprema Armonía. Frente a un gigantesco patio de 30.000 metros cuadrados, era el lugar predilecto de los emperadores chinos para sus celebraciones más fastuosas.

Tras esto se contempla la Gran Escalinata de mármol, en cuya parte posterior descubrirás otros dos Salones de la Armonía.

Se dice que todo en la Ciudad Prohibida se construyó teniendo en cuenta la armonía numérica, basada en las relaciones entre los números impares. Por ejemplo, se dice que hay 9.999 estancias en todo el complejo. Si bien parece más una leyenda, ya que muy pocas personas han podido comprobarlo.

De hecho, en la actualidad solo es visitable aproximadamente una quinta parte del complejo, aunque paulatinamente se van abriendo cada vez más espacios a los turistas.

Sin embargo, en el 2015 el Gobierno chino limitó a 80.000 el número de visitantes cada día, en un intento por frenar la masiva entrada de turistas en el recinto histórico, según las autoridades, el gran número de visitantes dificultaban las tareas de conservación del majestuoso complejo y la milenaria arquitectura y las reliquias del museo sufrían las consecuencias de la masificación diaria.

En el 2018 esa cifra fue reducida, ya que la proyección es que sólo 15 millones de turistas visiten cada año esa zona.

El recorrido concluyó saliendo por la Puerta del Poder Divino, precisamente al otro extremo del Palacio Real respecto a lugar de entrada por la plaza de Tiannamen.

El dato

Los horarios
La Gran Muralla permanece abierta a los visitantes desde las 7:00 a.m. hasta las 6:00 p.m. La entrada cuesta unos 7 dólares y un billete del teleférico que lleva directamente a ella cuesta unos 9 dólares. las zonas de Badaling y del mausoleo Ming son las únicas dos de las 16 secciones de la Gran Muralla que están abiertas a los visitantes, se estima que las visitas rondan por las 53 mil cada día y que 370 dignatarios y celebridades internacionales la han visitado.

El Nacional

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