‘Babylon Berlín’: Otro éxito de Netflix
Mientras la oferta que ofrecen las salas de cine en estos días es francamente patética y deplorable, en Netflix, y estoy seguro que en los otros servicios de Streaming también (Amazon Prime, Hulu, etc), se encuentran cosas genuinamente impactantes e interesantes.
Una de ellas es la explosiva y candente Babylon Berlín, la serie alemana producida por Netflix que combina de forma convincente y exuberantemente sugestiva el thriller policial con el drama criminal y el film noir con el drama político.
Ambientada en los tórridos y decisivos años 20, y más propiamente al final de la década, en la víspera –por lo menos las dos primeras temporadas –de grandes acontecimientos y transformaciones sociales de repercusión mundial; la producción levanta anclas, fija su objetivo más allá del horizonte y se dirige al mismo con resuelta determinación.
El resultado es un poderoso drama épico cuya amplia narrativa busca poner en perspectiva lo que hasta hace algún tiempo muy pocos sabían: lo que fue Berlín antes del arribo de Hitler a la escena mundial.
En aquel momento, para muchos Berlín era el centro artístico e intelectual del mundo, pero además, una ciudad envuelta en un tumultuoso periodo de inestabilidad, agitación política, corrupción y horrendos crímenes.
La vida nocturna, por igual, era vibrante, irreverente y abundante, y conectada de una u otra forma, con los estamentos de poder o de presión de la sociedad.
Es tal vez por eso que algunos de los personajes tienen una activa presencia en este ambiente, y que el mismo juega un relevante rol en la trama.
Por supuesto, no todo lo que se ve en Babylon Berlín puede tomarse al pie de la letra. Después de todo se trata de una producción fílmica que a su vez está basada en las novelas de gran popularidad del escritor alemán Volker Kutscher.
Ahora bien, es importante hacer notar, sin embargo, que muchos de los aspectos que vemos aquí, incluyendo personajes, hechos, edificios, calles y movimientos políticos, son, de acuerdo con el pintor realista Mark Vallen, basados en la realidad.
Si eso es cierto o no, poco importa ahora. Pero no cabe dudas de que esa aura realista y el trasfondo histórico que la acompaña crea un nivel de tensión y desasosiego que le es muy favorable y que va en aumento según
