El PRM elegirá el 26 de este mes su candidato presidencial, llueve, truene o ventee. Todas las encuestas y sondeos de opinión, imparciales, independientes, bien depurados, pronostican la escogencia de Luis Abinader para encabezar la boleta del esta organización en los comicios del año entrante. El veinte y hasta el treinta por ciento son ventajas muy notables como para que puedan surgir sorpresas.
A menos que las mismas fuerzas que presionan para una nueva posposición del evento pretendan alterar el proceso penetrando o adulterando el padrón convencional, ya depurado y en poder de los precandidatos. Los medios tecnológicos disponibles aportan fortaleza y confianza en este sentido. Vale advertir que la presencia de extraños en este evento generaría conflictos indeseables.
En lo que respecta a Luis Abinader, operan a su favor varios factores, de manera determinante e irreductible. Tiene una tasa de rechazo casi cero, para no decir que nula. Representa lo más nuevo, es capaz y transparente, enfocado en asuntos productivos y viables, en fin, responde al perfil del hombre de Estado que puede ser la diferencia en el escenario político del 2016. Los dominicanos necesitamos un cambio, no sólo de partido, sino también de hombres, visiones, propuestas e ideas, al frente del gobierno.
Vivimos una época de cambio, expresado en las calles y el comportamiento social y político que la sociedad demanda a través de la Iglesia, de los empresarios y de la sociedad civil. “En tiempos de innovación todo lo que no es nuevo es dañino”, nos dice Saint-Just, mente brillante y adelantada de la Revolución Francesa.
A propósito, la propuesta de Luis nos salva del retroceso, y nos invita a romper la inercia para insertarnos, como país y como mercado, en un mundo cada vez más competitivo y renovado.
La convención el PRM pautada para el último domingo de este mes anuncia y pone en juego las probabilidades de este cambio. Del mismo modo, representa un llamado de unidad a los hombres y mujeres que han encontrado en el PRM el principal instrumento de lucha para rescatar al país del dominio de impunidad y corrupción que el ex presidente Leonel Fernández y el PLD pretenden perpetuar como medio de enriquecimiento de unos cuantos a costa de la pobreza y el sacrificio de las mayorías.
De manera que el esperado evento del PRM va más allá de la simple selección de un candidato. Precedido de reiterados anuncios de adhesión marca, más bien, el inicio de una etapa que dará paso a renovadas fuerzas, agrupadas en un frente opositor, encabezado por Luis Abinader, con respaldo de varios partidos, dirigentes y el concurso de un pueblo harto de corrupción, impunidad y complicidad.
