Tufo político
Antes de una huelga general para reforzar sus reclamos, el Colegio Médico Dominicano (CMD) debería dar una oportunidad al diálogo. Tan criticable como el método de los galenos es la actitud del Ministerio de Salud Pública y del Servicio Nacional de Salud (SNS) de sujetar su intervención en el conflicto para después de las elecciones del gremio.
Los médicos han reiterado que depondrían la suspensión de los servicios hospitalarios con una invitación formal a conversar sobre sus demandas. Pero antes que dar el paso, la ministra Altagracia Guzmán Marcelino y el director del SNS, Nelson Rodríguez Monegro, apuestan por el triunfo de la candidatura de Clemente Terrero para reiniciar las conversaciones.
En tanto el problema se politiza, miles de pacientes de escasos recursos económicos sufren las consecuencias de la suspensión de los servicios hospitalarios.
En la crisis tanta responsabilidad tienen los médicos con las sucesivas huelgas que han declarado como las autoridades con una estrategia que reniega de su obligación de garantizar las atenciones en los hospitales. Es inconcebible que por intereses políticos se exponga la salud de las personas que acuden a los hospitales.
