Aunque el Gobierno haya conseguido buenos precios en la colocación de bonos en pesos y dólares, más significativo por efectuarse la transacción en un momento de convulsión en Wall Street, la buena salud de la economía no despeja los temores sobre los efectos del endeudamiento.
Economistas como Arturo Martínez Moya figuran entre los que han reconocido que con la colocación de los bonos por 1,822 millones de dólares las autoridades hicieron un buen negocio, tomando en cuenta diferentes factores.
Sin embargo, advirtió que el país no sigue la regla de oro que desaconseja endeudarse para cualquier cosa. Con todo y la estabilidad económica que influyó en la buena acogida de los bonos, Martínez Moya trae a colación un ingrediente que, además del peso de la deuda, está llamado a impactar negativamente en el manejo de las finanzas.
Se trata del costo adicional del barril de petróleo, que las autoridades promediaron para este año en 49.2 dólares el barril, pero que, como van las cosas, se duda que descienda de los 55 dólares.
En resumen, Martínez Moya aconseja un proceso para reducir la deuda, que este año está supuesta rebasar el 40% como porcentaje del PIB.
