Opinión

Conejillo de indias

Conejillo de indias

En un hecho insólito que no oculta el prejuicio y animadversión de una claque haitiana contra República Dominicana, el Tribunal Supremo de Haití demandó la destitución del presidente Jocelerme Privert, por permitir el ingreso a ese territorio de militares dominicanos.

Para esa Corte de Casación la presencia en Haití de un puñado de soldados que custodiaban el convoy de vehículos con ayuda dominicana al pueblo haitiano atribulado por los daños causados por el paso del huracán Matthew, constituye un motivo de peligro para la soberanía de esa nación.

Tan inescrupulosos han sido los miembros de esa corte que esgrimen ese infeliz argumento en un país oficialmente intervenido por tropas de varios Estados al amparo de Naciones Unidas, además de que militares de otros países custodian y distribuyen en Haití la ayuda que sus gobiernos ofrecen a damnificados haitianos.

Si llegara a prosperar la destitución del presidente Privert por parte del Senado haitiano, la presidencia provisional de Haití sería ocupada por el titular de la Corte Suprema, Jules Cantave, lo que desnuda interioridades de una trama política para la cual se usa el pretexto de la presencia de militares dominicanos en ese territorio.

En la resolución en la que se pide la destitución del presidente Privert, esa Corte de Casación incurre en prevaricación al emitir juicios políticos y acusar al mandatario de incurrir en supuestas maniobras para prolongar sus días en el Poder.

Una élite política y económica haitiana pretende colocar a República Dominicana en el centro de una crisis política de grandes proporciones que incluye su irrupción en la toma absoluta del poder político y profundizar el nivel de incomprensión en las relaciones domínico haitianas.

Es claro que el Gobierno dominicano tiene el deber de rechazar que el buen nombre de la República sea utilizado como conejillo de indias por sectores retardatarios haitianos para profundizar una crisis política con la infamia de que la presencia de soldados que custodian ayuda humanitaria pone en peligro la soberanía haitiana.

Ojalá que este suceso protagonizado por la Corte de Casación de Haití sirva de lección a quienes aquí y en el extranjero creen y promueven todas las maledicencias que pregona esa claque corrupta que subyuga al pueblo haitiano.

El Nacional

La Voz de Todos