El pasado viernes, el Núcleo de Apoyo a la Mujer, NAM, en Santiago, convocó a los diputados y diputadas de aquí, y a organizaciones integrantes del Movimiento Vida sin Violencia, MOVIDA, al Conversatorio sobre “La importancia del Estado de Necesidad para los casos de Aborto, en el proyecto del Código Penal”.
En la actividad, expusieron dos expertos en Derecho Penal y en Derecho Constitucional, los reconocidos abogados José Lorenzo Fermín y Cristóbal Rodríguez, ambas ponencias de excelente contenido conceptual jurídico legal, abarcando referencias de nuestra Constitución y del Código Penal Dominicano, para el aborto.
Lorenzo Fermín, explicó el proceso histórico del Estado de Necesidad como figura jurídica, en el Derecho Francés y en el nuestro, la que puede ser utilizada siempre, cuando el caso se comprenda en su definición. Cristóbal Rodríguez, reiteró la inconstitucionalidad de pretender la muerte de una mujer por parto, cuando su vida corre peligro, como también lo es obligar a dar vida a quien se embaraza por violación y por incesto, dos crímenes que constan en nuestra legislación, aludiendo a la pertinencia de que el tema sea tratado en la Ley General de Salud y no en el Código Penal.
Asistieron doce diputados y diputadas de Santiago y La Vega, pertenecientes a los partidos PLD, PRD y PRSC, además del Senador Julio César Valentín, PLD, quien siempre responde a estos espacios de reflexión. Diputadas y diputados, participaron al final de las exposiciones, con intervenciones muy interesantes. Una pena por quienes faltaron, porque cuando la ciudadanía invita a un/a representante, le da la oportunidad de conocer necesidades y fortalecer sus propias funciones, no es solo prometer en sus campañas con la sobada frase de “tendremos el oído en el corazón del pueblo”.
Siempre los mismos comentarios referidos a la a necesidad de despenalizar el aborto que, en condiciones ilegales e inseguras, produce un porcentaje considerable de muertes maternas, un problema grave de salud. Cuando terminamos reuniones con congresistas, para tratar el continuo vida o muerte, nos sorprende la dicotomía entre lo que dicen pensar y sus decisiones. Sea por una cosa o por otra, el temor exagerado, por ser personas en permanente campaña electoral, se convierte en una automordaza para los temas de salud sexual y salud reproductiva de las mujeres.
Nosotras no queremos más propuestas solapadas. Queremos que las cosas se llamen por su nombre y que ya no sean tan cobardes frente a los derechos de las mujeres. ¡Qué un sector de la iglesia, desprestigiado por su complicidad en los crímenes contra niños y niñas y por sus cabildeos ocultos y retorcidos, no sea su aliado para seguir matándonos!
