Opinión

Correa y Emmanuel

Correa y Emmanuel

Dos noticias me han alegrado la vida: la foto de despedida de Correa, en Ecuador, en medio de una lluvia de confeti de todos los colores. Feliz de poder retornar a su vida personal y caminar por las calles de Bélgica como un ciudadano más, sin los miedos de quienes no tienen la conciencia limpia.

La segunda noticia, es la elección de Emmanuel Macron, como el presidente más joven de Francia después de Napoleón.

Ya sé que muchos dicen que es algo así como el David Collado de Francia, por el papel que han jugado los Rotchilds (familia más rica del mundo) en el apoyo a su elección, pero la perspectiva de una fanática de ultraderecha en el gobierno de Francia nos ponía los pelos de punta. Con Trump ya basta.

Este joven, de 39 años, tiene además un historial profesional impresionante para su edad, habiendo logrado convertirse en el ministro de economía de Hollande y comenzado a militar en el Partido Socialista a los 24 años, donde permaneció hasta que el año pasado declaró públicamente que ya no era más socialista porque: “Queremos preservar el modelo social francés. No haremos una política en detrimento de los asalariados, pero hay que reconocer la necesidad de tener un motor en la economía y ese motor es la empresa”.

Como Correa, católico por formación (estudió con los Jesuitas), este joven además estudió seis años de piano, se graduó de Filosofía con una tesis sobre Hegel, y luego en Ciencias Políticas. Es ahí donde pasa a laborar por cuatro años con los Rothschild, ganándose su confianza, codeándose con los sectores más poderosos de Francia, entre ellos el economista Jacques Attali.

Como si para demostrar que no todos los banqueros carecen de ética, Macron abandona los puestos en el gobierno y forma un movimiento centrista llamado En Marcha, donde se nutre de gente desencantada de la izquierda y derecha, ganando las elecciones con un 66.1% de los votos.

Para acabar de cautivar el imaginario mundial, está casado con una mujer de 65, de la que estuvo enamorado desde los 15, le propuso matrimonio a los 17 y logró desposar a los 29. Cuando le preguntan por qué se casó con una mujer que le lleva 25 años, sencillamente pregunta si a los hombres que se casan con mujeres más jóvenes (caso Trump-Melania) les hacen la misma pregunta.

Respetuoso del voto femenino, ha dividido su gabinete de 22 miembros exactamente por la mitad, con mujeres en puestos fundamentales como el Ministerio de Defensa, Deportes, Salud, y Cultura, con una sola exigencia: que sean irreprochables en su vida profesional y personal.

¿Podremos conversar con él sobre Haití y Cayena? ¡Intentémoslo!

El Nacional

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