Opinión

Corrompiéndolo todo

Corrompiéndolo todo

Lo primero que hizo fue corromper al Partido de la Liberación Dominicana para convertirlo en un instrumento político a su servicio.  Nadie se opuso. Todos, o casi todos, (para no generalizar), esperaban una oportunidad para enriquecerse a través del Estado. Al  Comité Político lo convirtió en una empresa tan poderosa que hoy sus miembros compiten con los grupos económicos más poderosos del país.  (En 8 años algunos han acumulado más dinero que familias con 100 y 200 años trabajando de una manera u otra en el país).

Subordinó el Comité Central al Comité Político corrompiendo a la mayoría de sus miembros con cargos en la administración pública, contratas grado a grado y otras prebendas millonarias para que no crearan problemas internos.

Creó las nominillas para los dirigentes medios invirtiendo más de 18 mil millones de pesos. Con el Ejecutivo en sus manos y el control absoluto del partido, dio el segundo paso: corromper el Congreso y la Justicia, sin dejar de lado las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Luego los poderes fácticos como  las iglesias y la opinión pública. (Solo en periodistas y medios de comunicación la inversión es superior a los siete mil millones de pesos al año)

Los senadores tienen su barrilito. Los diputados su cofrecito. Ese Congreso no ha rechazado ningún proyecto del Ejecutivo. El  dinero del Presupuesto Nacional ha servido para comprar el PLD, el Congreso, la Justicia, la Cámara de Cuentas… (Ahora si es verdad que en la República Dominicana el Presidente puede decir: “El Estado soy yo”).

El auge del  narcotráfico y el crimen es parte del plan. Cerca del 40% del dinero que se maneja en el país no tiene más explicación que el lavado de activos y el narcotráfico.

Gastar miles de millones de pesos en canastas navideñas es una manera de postrar y humillar a un pueblo. Negarle a ese pueblo educación de calidad es someterlo al atraso para que corra  tras las migajas de la corrupción.

El país tiene más bancas de apuestas que escuelas y aulas, que hospitales y camas. El juego de azar es una expresión de corrupción y envilecimiento de los marginados.

Ya corrompió y destruyó al Partido Reformista.

Ahora trata de destruir al Partido Revolucionario Dominicano utilizando como caballo de Troya a Miguel Vargas. Pero no podrá. El PRD, encarnando la voluntad popular, ganará las elecciones del 20 de mayo para devolverle al país la dignidad, el decoro y la democracia.

El Nacional

La Voz de Todos