Opinión

Crímenes y libertad

Crímenes y libertad

Hugo A. Ysalguez

La espiral criminal que sacude al país, ha convertido a la República Dominicana en uno de los lugares más inseguros de Latinoamérica, sin que se vislumbre ninguna esperanza de que habrá un cambio que detenga a los antisociales que desafían a la autoridad pública. La ola de violencia desenfrenada mantiene en zozobra a la sociedad y uno se pregunta, ¿quién le pone el cascabel al gato?.

Un ingeniero en Boca Chica fue muerto a tiros, un oficial de la Policía fue acribillado a balazos, un grupo de malhechores asaltó un banco e hirió a dos vigilantes en una plaza comercial muy concurrida, y antes habían despojado de valijas conteniendo varios millones de pesos y dos guardianes que fueron ultimados durante la acción.

Hasta el momento no hay un solo detenido por los hechos delictivos. Muchos delincuentes sometidos a la justicia andan en las calles cometiendo las mismas fechorías, pues no hay un régimen de consecuencias que escarmiente a los imputados convictos y confesos.

Mientras la violencia criminal nos arropa, la directora de la Defensoría Pública, Laura Hernández, insiste en la abolición de la prisión preventiva porque, a su juicio, los criminales deben ser juzgados estando en libertad, olvidando que solo en el gran Santo Domingo hay unos quince mil prófugos que no obtemperan a los requerimientos de la Justicia, y andan nadando en sus aguas turbias y turbulentas, para desgracia de los dominicanos sensatos que se ganan la vida honestamente .

Con motivo del día del Defensor Público, la licenciada Hernández, consideró que el aumento de las penas para los hechos punibles, contempladas en el nuevo Código Penal, constituye una respuesta hipócrita al crimen, ignorando que en los países donde se han endurecido las penas, han disminuido los índices de delincuencia.

Basta citar a Filipinas, cuyo presidente Rodrigo Duterte, inició una campaña contra el crimen, y en los primeros cien días de su gobierno eliminó a más de cuatro mil traficantes de drogas y delincuentes de todas layas.

También podemos citar a Singapur,una isla asiática que superó la pobreza y obtuvo su desarrollo gracias a la eliminación dela corrupción y la delincuencia. Hace diez años había 500 mil presos y hoy solo hay 50.Los reclusos acusados de hechos graves fueron fusilados.

El Nacional

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