La semana pasada, juristas y legisladores/as, se reunieron en Santo Domingo para debatir sobre el Proyecto de Reforma del Código Penal, durante una mesa de seguridad que realizó la Fundación Institucionalidad y Justicia. De acuerdo a la Comisión de Justicia y sus asesores, es muy probable que la nueva modificación de la ley penal, vuelva a considerar que los artículos sobre aborto se refieran como eximente al “Estado de Necesidad” aquel, que precisamente produjo la observación del Poder Ejecutivo entonces.

El Código Penal fue observado por el Poder Ejecutivo en diciembre de 2014, recomendando: “como justo, equilibrado y acorde con el espíritu de protección de derechos y humanidad que deben regir al Estado, equiparar nuestra legislación con la de la mayoría de los países del mundo, que permiten la interrupción del embarazo, cuando sea practicada por personal médico especializado, en establecimientos públicos o privados, dentro de los plazos que se consideran de lugar y solo en tres supuestos bien fundamentados: cuando la vida de la madre corre peligro, cuando ha sido víctima de violación o incesto, o cuando el feto tenga malformaciones incompatibles con la vida”.

Una vez promulgado, fue objeto de acciones inconstitucionalidad interpuestas por la Fundación Justicia y Transparencia (FJT), la Fundación Transparencia y Democracia y la Fundación Matrimonio Feliz en contra de los artículos 107, 108, 109 y 110 relativos a la interrupción del embarazo. Sin embargo, en diciembre de 2015, el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional el nuevo Código Penal modificado, por razones de procedimiento y no de fondo, ordenando la continuación de la vigencia del promulgado, mediante decreto-Ley número 2274 del 20 de agosto de 1884, es decir, el regreso al siglo XIX.

No se entiende por qué insistir en el “estado de necesidad” cuando está la propuesta del Presidente Medina al momento de sus observaciones, claras y motivadas. Una acción inédita en un presidente que entendió lo justo para todas las dominicanas y que trascendió a las intimidaciones de la misma jerarquía de la Iglesia Católica, volviendo a reelegirse con el voto femenino, pese a todo oráculo.

Entonces, si tenemos el mismo presidente y conocemos lo que opina sobre el tema. Si las iglesias y religiones fueron las grandes perdedoras en las pasadas elecciones y fracasaron en su llamado a no votar por quienes defiende los derechos sexuales y derecho reproductivos. Si unidos en confederaciones religiosas, no sacaron ni siquiera votos suficientes ni para permanecer. Si el pueblo eligió, como lo indicaba las encuestas, el derecho de las mujeres.
¿Podrían explicarnos cuál es el motivo para desconocer los derechos de las mujeres?