Opinión

CUANDO SEA PRESIDENTE

CUANDO SEA PRESIDENTE

Vergüenza e impotencia y III

Rosa Nieve Paulino debe ser una de las pediatras más capaces, decente, humana y respetuosa que tenemos en el país. Una científica consumada se interesó por la investigación, la docencia y el ejercicio público de la salud, dejando atrás el ejercicio privado de la medicina y el hacer dinero que le hubiera sido fácil por su doble especialidad de hematóloga-oncóloga. Ella fue el chivo expiatorio del ya olvidado asunto de los once niños fallecidos en aquel fin de semana aciago del Robert Reid. En otros hospitales se dan peores cosas teniendo estos la ventaja de que no salen a la luz pública. Si fuera Ministro, en una manera de resarcir el daño causado, nombraría a mi lado a la reputada hematóloga.

No batiré más el cobre y aprovecharé estas últimas líneas para participarles de dos fallecimientos que me tocaron cerca. El primero: el de ese gran ser humano, agradable, de sentido altruista que fue el Médico Anestesiólogo JoséFanduiz. Todos los que compartimos con él su labor gremial en la Asociación Médico Dominicana (AMD), hoy Colegio Médico, le reverenciamos porque fue un abanderado de los principios y aunque estuviésemos en la acera de enfrente, como era mi caso, nunca vimos en él una actitud de encono, revanchismo o retaliación. Fanduiz fue, como acostumbramos a decir: un amor. En la despedida a sus restos, en la explanada del Colegio Médico, nos juntamos los principales dirigentes del gremio de los últimos 50 años. Paz a sus restos.

El segundo aconteció en Jicomé, Esperanza y fue en el ya centenario Antonio Ventura, Don Toño, padre de una larga y hermosa familia que me acogió como uno de los suyos hace ya 30 años a raíz de mi paso como el primer médico de esa prospera comunidad arrocera. Don Toño era, a nuestro parecer, con todo y su baja instrucción, uno de los ejemplos más hermosos que he visto de entereza de vida y decoro, su entierro ha sido uno de los más concurridos en Jicomé.

El Nacional

La Voz de Todos