Este 3 de enero, en uno de los lugares más hermosos del planeta: el valle de El Tetero pondré en circulación mi libro Ni Santo ni Mesías solo Juan Bosch. La escogencia del lugar, aunque circunstancial por celebrar nuestra XXX excursión a los Parques Nacionales Armando Bermúdez y José del Carmen Ramírez, rumbo al pico Duarte se ajusta a la medida, por su belleza, altura y ubicación, a la imagen que tengo de quien fuera mi maestro, por demás es el bicentenario del nacimiento de Juan Pablo Duarte y también nos cae como anillo al dedo juntar dos figuras muy parecidas, tanto así que una de las citas que con más frecuencia usó don Juan es esta de Duarte: La política no es una especulación; es la ciencia más pura y digna, después de la filosofía, de ocupar las inteligencias nobles.

Les recuerdo que El Tetero está en San Juan, pero a solo 4 kilómetros de Azua y otros 4 de La Vega, que será desde donde accederemos, por ser más fácil, el camino de La Ciénaga desde Jarabacoa.

Les dejo con esta opinión de don Juan en un trabajo de la Revista ¡Ahora! De 1967 sobre Ernesto Guevara:

Hay algo que los norteamericanos no han aprendido en siglo y medio de relaciones con nuestros países, y desde luego no lo aprenderán jamás, porque si este mundo ha visto un pueblo duro para adquirir conocimientos humanos no científicos, ese pueblo es el de los Estados Unidos. Allí pululan los técnicos en relaciones públicas, pero no hay entre ellos dos que se hayan dado cuenta de que la América Latina es, en términos de sensibilidad, una unidad viva. Un tirano de Venezuela ofende, con su sola existencia, a los jóvenes de Chile y El Salvador tanto como a las juventudes venezolanas; una intervención norteamericana en Guatemala duele tanto a un joven médico argentino como puede dolerle al guatemalteco más orgulloso. (Pág. 239).

Será el librito de Juan Bosch el que usaremos Cuando sea presidente.