El valor de las mercancías es proporcional a las necesidades que están destinadas a cubrir. Por ello Aristóteles abordó la vía de una teoría psicológica del valor, que mucho más tarde la harían suya algunos economistas modernos.
Señalaba que la importancia de cualquier ser viene determinada por los intereses sentimentales, psicológicos, materiales o sociales que puedan tener el resto de los individuos hacia él.
El valor, no sólo de una persona o entidad implica inexorablemente una relación a dos: el que valora, y el que es valorado.
De modo que el valor de un partido político se mide, al menos en República Dominicana, por el caudal de votos que represente en las urnas durante los procesos de votación.
También un partido puede ser valorado por el poder mediático y la influencia de sus líderes en la sociedad, debido a su capacidad de colocar temas de debates en los medios de comunicación.
Ninguna de esas dos características están presentes en el PRD de Miguel Vargas. Primero las encuestas lo colocan por debajo de un 5% en la intención de votos y con tendencia a bajar con el paso de los meses.
Tampoco su principal “líder” es hombre de discurso cautivador capaz de conceptualizar propuestas que lo mantengan en la mira de la sociedad.
De modo que el partido blanco está en desventaja para negociar con cualquier otra organización y más con el PLD, cuyo candidato presidencial tiene la victoria asegurada con PRD o sin él, porque Danilo tiene una aceptación que supera el 70% sin comenzar la campaña electoral.
En término electoral el PRD no tiene nada que ofertar en una alianza. No tiene votos ni liderazgos municipales ni congresuales que resulten atractivos para el partido oficial.
Los aportes que como partido el PRD pudo hacerle a Danilo Medina ya lo hizo con la modificación de la Constitución para incluir el sistema de elección estadounidense y de paso permitir la repostulación de Danilo.
Conociendo a los perredeístas, estoy seguro que ese apoyo no fue fiao, de modo que ahora tendrán que negociar partiendo de su realidad en el mercado electoral.
Sin embargo, y aún así, disiento de Euclides Gutiérrez Félix y creo que el PRD cuesta un poquito más.
