Editorial

Danilo Medina

Danilo Medina

Con la juramentación hoy ante la Asamblea Nacional del presidente Danilo Medina se inaugura un cuatrienio constitucional sobre el cual la sociedad dominicana alberga esperanza de que se avance de manera significativa en el difícil trecho histórico que conduce al anhelado estadio de justicia social y consolidación democrática.

La gestión del presidente Medina que concluye en este Día de la Restauración de la República, pronto se perderá en laberintos del pasado, para dar paso a un ejercicio de gobierno que acarrea el compromiso de concluir lo inconcluso e iniciar lo que no se ha hecho, sin que nada sea más de lo mismo.

Notables logros del pretérito, como el impulso a la educación, democratización del crédito, generación de empleos, crecimiento económico, estabilidad monetaria y ampliación de programas sociales, pueden servir de alfombra al nuevo gobierno para enrumbar a la nación hacia metas mayores.

El Presidente reelegido no puede ni debe inaugurar un gobierno agobiado por el cansancio, ni tampoco sustentar su nuevo ejercicio en glorias pasadas, pero sí asumir con donaire las experiencias de fracasos o imprevisiones anteriores para no repetirlos.

Se admite que el mandatario inaugura su segundo mandato con un amplio respaldo de los votantes (62%), pero también debe tomar en cuenta que la oposición política no le reconoce haber obtenido una victoria legítima, por lo que se auguran difíciles confrontaciones en el orden político.

El nuevo mandato del presidente Medina cuenta con el respaldo absoluto del Congreso, así como del Consejo Nacional de la Magistratura y de la mayoría de las alcaldías, por lo que no es ocioso pedirle que gobierne con generosidad, prudencia y vocación de consenso.

Son muchos los retos y larga la lista de urgencias nacionales que aguardan al Presidente, las cuales debe afrontar al minuto siguiente de su juramentación, como son las crisis eléctrica y hospitalaria, inseguridad ciudadana, déficit fiscal y cuasi fiscal y los temas de corrupción, migración y fiscalidad.

A Dios se ruega que aumente en el presidente Medina su sabiduría, valor, prudencia, paciencia, patriotismo y sensibilidad, para que pueda gobernar en favor siempre del bien común y en defensa de la justicia, equidad e inclusión social. Que así sea.

El Nacional

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