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Todo cientista social reconoce que la rigurosidad del análisis comparativo no permite divagaciones y mucho menos intenciones maliciosas con el ánimo de confundir. Lo conveniente sería realizar cada análisis sin prejuzgar y sin pretender comparar un estilo reciente con otros anteriores.
Una rápida retrospectiva hacia nuestra historia política moderna nos muestra que el estilo de liderazgo del doctor Joaquín Balaguer fue muy diferente al del profesor Juan Bosch; el de Bosch en nada se parecía al de Peña Gómez; el de Peña Gómez nunca fue semejante al de Leonel Fernández; así como el estilo de Fernández no puede compararse con el estilo de liderazgo de Danilo Medina.
Lo cierto es que cada líder tiene su momento en la historia. Su estilo muy propio puede hacer que sea recordado para bien por la sociedad, o que sea rechazado. Hablamos entonces de luces y de sombras.
En buena política, no cabe ninguna duda de que un año después de haber ascendido por la escalinata del Palacio Nacional, Danilo Medina ha venido poniendo en práctica un nuevo estilo de liderazgo llamado a convertirse en prototipo para los futuros líderes políticos y gobernantes.
Viene presentándole a la sociedad un liderazgo basado en valores, en acercamiento a las masas y en defensa de los mejores intereses de la nación.
Mostrando, en aras de la conquista de un desarrollo social y humano sostenible, una economía con signos de estabilidad, progresos en la reducción de la pobreza, crecimiento en el área laboral, políticas públicas orientadas al mejoramiento de la educación, salud, desigualdad social, medio ambiente y, naturalmente, calidad en el servicio entre otros pasos positivos.
En definitiva, pienso que la mayoría de los dominicanos conscientes observamos que van por buen camino las estrategias de desarrollo que implementa el presidente Danilo Medina, consolidándose así su estilo de gobierno y, por vía de consecuencia, la gobernabilidad democrática.
La verdad ante todo. Con su estilo, Danilo Medina, ha hecho reaparecer las esperanzas perdidas. Ahí radica la clave del éxito.
